Por Adriana Gutierrez
La Patria, Manizales
Julio 24 de 2009
Es claro que el gobierno no la tiene fácil, pero el Congreso también tiene que asumir su responsabilidad, no puede pasar de agache ante este panorama, y debe hacer los pronunciamientos que involucren a todos los partidos en respaldo institucional al Gobierno.
Se inició la última legislatura del actual Congreso de la República en medio de una gran incertidumbre política, sin claridad alguna sobre quién puede ser el sucesor de Uribe y sin saber si el Congreso avalará la iniciativa popular de convocar un referendo para que sea el pueblo en su soberanía quien decida si estaría de acuerdo en establecer la reelección presidencial por dos períodos adicionales. Tampoco sabemos si las Cortes respetarán la autonomía del poder legislativo en tomar sus propias decisiones, sin que éstas puedan ser judicializadas como está ocurriendo hoy en día, lo cual profundiza aun más la incertidumbre actual. Sumemos a esto lo ocurrido el pasado 20 de julio con la elección de mesas directivas, al incumplirse los pactos de la bancada de gobierno y permitir que fueran elegidos para estas dignidades personas que hicieron alianzas con las bancadas de oposición, lo cual no augura un buen año legislativo.
A esta situación interna se viene a añadir el complejo y difícil escenario internacional con nuestros vecinos, en medio de tensas relaciones al evidenciarse la estrecha relación entre Correa y las Farc, la simpatía hacia esa organización delincuencial por parte de Chávez y Ortega, y las dificultades para las empresas que exportan hacia Ecuador y Venezuela. Es claro que el gobierno no la tiene fácil, pero el Congreso también tiene que asumir su responsabilidad, no puede pasar de agache ante este panorama, y debe hacer los pronunciamientos que involucren a todos los partidos en respaldo institucional al Gobierno y evaluar en todos sus detalles las aristas del entorno internacional, tanto en las Comisiones segundas como en las plenarias.
Estos momentos de incertidumbre deben ser también momentos de mucha responsabilidad con el país por parte de los partidos políticos, y no pueden ser los de olvidar todo lo que hemos avanzado en los últimos siete años. Venimos por una senda de prosperidad en medio de muchas dificultades, gracias a una política integral, actuando en todos los frentes, crecimiento económico, mayores cubrimientos en educación y salud, recuperación de confianza inversionista y cohesión social, y por lo tanto tenemos que reconocer que tenemos un gran reto para continuar y no dejarnos enceguecer por las dificultades coyunturales.
El caso de Caldas no es muy diferente, aquí nos estamos encegueciendo ante dificultades coyunturales, sin que apreciemos y valoremos los avances significativos que estamos logrando, gracias a una fuerza política que ha puesto todos sus esfuerzos en hacer realidad los anhelos de los caldenses, pasando a los hechos.
El Partido de la U en Caldas, con el liderazgo de quienes hemos orientado esta colectividad en los últimos siete años, ha logrado por fin tener financiado el aeropuerto del Café y en plena construcción, recuperar el valor patrimonial de la Chec con la subsiguiente venta de las acciones que la nación tenía en ella por un valor muy significativo y haciendo posible que el producto de ello se le entregara a nuestro departamento con el fin de cubrir la gran deuda que la clase política ha tenido con los caldenses, tener todas las vías que unen a las cabeceras de los 27 municipios totalmente pavimentadas, y que el corredor vial Manizales-Honda fuera incluido como uno de los corredores de competitividad con la consecuente inversión de recursos para mejorar sus especificaciones. Lo anterior en cuanto a macroproyectos, sin olvidar los miles de millones que se han invertido en Caldas con nuestro acompañamiento en infraestructura para garantizar el orden público, obras para mitigación del riesgo, vivienda, infraestructura deportiva, electrificación, proyectos productivos, universalización de la salud, inclusión de una enorme cantidad de familias en la política de familias en acción y su programa complementario de red juntos que busca lograr un salto social de estas familias, entre otros.
Por todo esto es que tenemos la confianza en poder continuar con nuestra responsabilidad de apoyar e impulsar de la mano de nuestros gobernantes el desarrollo de nuestra región. Son estos logros y el crecimiento de nuestra participación en la elección de los gobiernos locales, lo que nos impulsa hoy a tomar la decisión de proponer dos candidatos al senado para Caldas en cabeza de nuestros representantes a la Cámara: Jaime Alonso Zuluaga y Mauricio Lizcano, buscando con ello avanzar significativamente en el camino ya trazado y con creces bien recorrido. Sin lugar a dudas en ese objetivo es fundamental la confianza de los caldenses y el reconocimiento de una labor hecha. Esperamos contar con ello.
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