Por Carlos Andrés Pérez
El Colombiano, Medellín
Julio 25 de 2009
Luego de conocerse el video en el que el Mono Jojoy asegura ante su gente que las Farc financiaron la campaña de Rafael Correa en Ecuador, la respuesta del ecuatoriano se veía venir cargada de cinismo y de una tranquilidad pasmosa porque sabía que la OEA investigaría la veracidad de esa afirmación. Risa le debió dar.
Desde hace más de un año, el Gobierno colombiano entregó a la OEA la totalidad de la información encontrada en el campamento de Raúl Reyes, que previamente había sido certificada como auténtica. La respuesta del organismo interamericano: ninguna. No tenían que verificar ni siquiera que fuera real, el secretario general de la Interpol, Ronald Noble, aseguró en mayo de 2008 que el contenido de los discos duros y demás no había sido manipulado, lo que debería darle suficientes garantías a la OEA para seguir su investigación y pronunciarse.
El señor José Miguel Insulza (Insulso, como le dice Hugo Chávez), cabeza del organismo, ha demostrado por todos los medios que le tiene pavor al presidente venezolano y parecería que eso lo ha llevado a dejar que pasen los meses sin emitir dictamen alguno sobre la información que tiene en su poder. Desde esta semana la OEA tiene, además, el video de Jojoy para su estudio. ¿Por qué nos esperanzamos entonces en que el mismo funcionario que ha dilatado su pronunciamiento sobre los computadores de Reyes, vaya ahora a expresar una condena porque las Farc financiaron a Correa?
Sin embargo, algunas veces hace falta que ocurra este tipo de descontentos para medir la eficacia de un organismo como la OEA y que los gobiernos realmente democráticos del continente evalúen si se justifica mantener, sin ajustes, una entidad que se amedrenta y no actúa, por ejemplo, cuando en Venezuela se cierran canales de televisión o cuando un grupo de presidentes amenaza con llegar a la fuerza a Honduras para restituir al "bueno" de Zelaya. Insulza no habla cuando debe y enmudece cuando no debe.
Correa tratará de lanzar cuantas cortinas de humo hagan falta para hacer olvidar la gravedad de la información, que de ser analizada con seriedad, podría llevarlo la cárcel: anda diciendo que Obama está en riesgo y que lo sucedido en Honduras lo están planeando también para "gobiernos progresistas", como el suyo; y además en estos momentos debe estar agradeciendo que la investigación del video de Jojoy esté en manos de la OEA. Mientras tanto, el secretario Insulza esperará el final de su período en el organismo huyéndole a las controversias y evitando emitir dictámenes que le corresponden, pero harían que Chávez le llamara "pendejo", como alguna vez lo hizo.
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