Ataque a Colombia en Francia

Editorial

El Mundo, Medellín

Julio 5 de 2009

A nosotros nos tiene sin cuidado lo que piensen unos cuantos enemigos gratuitos de nuestro país en Europa.

Nos enteramos por nuestro columnista Eduardo Mackenzie, escritor y periodista residenciado en París desde hace varios años, que el canal de televisión del Senado francés, Public Sénat, ha estado difundiendo desde hace más de una semana un ‘documental’ de 58 minutos, que desde el propio título, “Colombie, les otages du Président” (Colombia, los rehenes del Presidente) ya se advierte que estamos ante una burda propaganda en contra del Gobierno y las Fuerzas Militares colombianas y a favor de las Farc. No es una mera casualidad que el panfleto televisivo se divulgue en momentos en que aquí estamos conmemorando un año de la brillante Operación ‘Jaque’, que permitió, sin disparar un solo tiro, rescatar de las manos del grupo terrorista a 15 personas, entre ellas la ciudadana colombo-francesa Ingrid Betancourt y tres norteamericanos, y con la que precisamente se les tapó la boca a los “progres” europeos que acusaban al gobierno Uribe de ser el mayor obstáculo para la liberación de Ingrid mediante un acuerdo humanitario.

El mal llamado ‘documental’ fue realizado por Mylène Sauloy, quien generó un escándalo hace unos años en Francia por otro del mismo estilo en que hacía una apología de los terroristas chechenos. El canal Public Sénat tiene un Consejo de Administración, integrado, según vimos en su página web (http://www.publicsenat.fr/cms/la_chaine/conseil.html), por once miembros, de los cuales siete son senadores de los distintos partidos franceses, pero es muy probable que algunos de ellos ni se hayan enterado del contenido del panfleto televisivo y que se trate más bien de un “gol” de los amigos de las Farc, pues, según nos cuenta nuestro corresponsal, entre los patrocinadores del canal se encuentra el diario comunista L’Humanité.

A más de la divulgación de “Colombie, les otages du Président”, sus promotores organizaron un debate complementario en el mismo canal, al cual invitaron al colombiano Mackenzie, al periodista Jean-Christophe Rampal, del grupo Courrier International; a Armand Bourget, quien presidió el controvertido Comité de Apoyo Internacional pro liberación de Ingrid Betancourt, desde Bruselas; y a Jean-Jacques Kourliandski, militante del Partido Socialista Francés, autor del libro “Ingrid Betancourt, par-delà les apparences”, donde afirma, entre otras barbaridades, que “la violencia está omnipresente en Colombia” y que aquí “los amigos se matan unos a otros”; que las Farc son “los portavoces de una república utópica y socialista” que “nunca recibieron ayuda ni de los soviéticos ni de los cubanos”; y describe a Ingrid como “una víctima de toda suerte de conservatismos”. Este mismo personaje, que se autocalifica “especialista” en el conflicto colombiano, concluye que aquí “la democracia no es legítima” y de paso da muestras de profundos conocimientos sobre nuestra novelística cuando cita al “gran escritor colombiano Juan (sic) Eustasio Rivera”.

Los lectores pueden ingresar al link http://www.publicsenat.fr/emissions/le_debat/, donde podrán corroborar lo que ya hemos dicho sobre el carácter mendaz y sesgado del documental y su debate complementario, y ser testigos de la manera como tuvo que batirse nuestro compatriota para tratar de controvertir lo que allí afirmaban los “compañeros de viaje” de las Farc, especialmente el señor Kourliandski, para quien la guerrilla no secuestra sino que toma rehenes dentro de una guerra de liberación que es esencialmente política, e insiste en su absurda tesis de la ilegitimidad de la democracia colombiana.

A nosotros nos tiene sin cuidado lo que piensen unos cuantos enemigos gratuitos de nuestro país en Europa pero sí el hecho de que sus infundios y calumnias contra nuestras instituciones se estén difundiendo por canales ofíciales de países con los que Colombia tiene relaciones claramente regladas por los tratados internacionales. Por eso, además de sentar nuestra protesta como colombianos y como periodistas, y de llamar a los colegas a estar atentos a esta clase de campañas contra nuestro país, para denunciarlas a tiempo, queremos instar, con llamado de urgencia, a la Cancillería y a nuestra embajada en Francia – cuyo silencio nos extraña sobremanera pues en otras oportunidades su reacción ha sido inmediata – para que actúen en consecuencia, lo mismo que a las directivas del Senado para que eleven prontamente una queja formal ante sus pares franceses, porque no puede admitirse que siga al aire y en Internet por meses un documento mendaz que sólo hace propaganda al peor enemigo de la paz entre los colombianos.