domingo, 5 de julio de 2009

¿Sofismas del Eln?

Eduardo Herrera Berbel*

El Colombiano, Medellín

Julio 3 de 2009

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Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Pocas reacciones generó la propuesta que hizo Nicolás Rodríguez Bautista, jefe máximo del ELN, de buscar la posibilidad de convocar a un proceso de unidad o convergencia que permita configurar un "tratado de paz". En efecto, esta nueva figura política que sepultaría la posibilidad de retomar el "Acuerdo Base", no fue aceptada plenamente por las partes, debido a diferencias y disensos no superados durante la fase de los diálogos exploratorios cumplidos entre el Gobierno nacional y el ELN en La Habana, Cuba, durante los años 2006-2007.


Los argumentos que avalaron la propuesta de Gabino son ampliamente conocidos por la opinión pública y han sido reiterados en varias oportunidades, por el autodenominado comando central (Coce), entre ellos, la inexistencia de voluntad política y la carencia de una agenda del Gobierno, y que éste sólo busca reducir una posible negociación política a un desarme y rendición incondicional de la guerrilla. Además, el ELN pretende hacernos creer que como actor armado no viola sistemáticamente los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

De ahí que sea del caso preguntarnos: en realidad, ¿esta propuesta es otro de los sofismas a los cuales nos tiene acostumbrados el ELN? Con esta propuesta, ¿buscan explorar una salida negociada al conflicto? Todo parecería indicar que no es así, debido a la falta de un argumento sólido y en especial, sin credibilidad en el supuesto "tratado de paz". Se podría pensar que el ELN sólo busca bajarse de la bicicleta estática en la cual han permanecido sus "iniciativas de paz" con los últimos gobiernos. Su nueva estrategia política parece sustentarse en la premisa de un "proceso de unidad y convergencia", del cual se podría colegir que más bien intenta aglutinar a todos los opositores del gobierno del presidente Uribe, léase mejor: de la seguridad democrática.


Se podría concluir entonces que la propuesta de un "tratado de paz" se trata de una respuesta anticipada a la comunicación reciente que les hicieron los CCP. Porque todo parece indicar que con esta iniciativa, el ELN busca obtener un respaldo más amplio de un segmento de la sociedad, para discutir en un futuro próximo el tema sensible del secuestro. También se podría suponer que se encuentra en construcción una tríada estratégica conformada por Farc, ELN y CCP, en la cual cada uno está jugando sus propios intereses de política, guerra y paz.


En suma, hay algunas posiciones que ameritan una reflexión por parte de los colombianos. El ELN plantea un diálogo nacional por un "tratado de paz", mientras que las Farc esbozan un diálogo nacional e internacional por un "intercambio humanitario", con dos premisas más: "un acuerdo nacional de paz" que permita una transición a un "gobierno provisional" y la refrendación de una "asamblea nacional constituyente", en tanto que los CCP están inmersos en un intercambio epistolar con ambas guerrillas, con una manifiesta vocación política de sus líderes y el objetivo final de crear una base social y una política de paz en la sociedad colombiana.


En esta forma, sólo resta permanecer atentos al escenario político en construcción que sin lugar a dudas hará parte del debate electoral de 2010. De igual modo, esperamos que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, en cabeza del doctor Frank Pearl, esté comprometida en una acertada valoración estratégica de estas propuestas, con el objeto de establecer si en realidad existen o no, oportunidades de paz y reconciliación para todos los colombianos.


*Mayor General (r) Ejército Nacional

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