Raúl Pacheco Blanco
Vanguardia Liberal, Bucaramanga
Diciembre 19 de 2009
Sin duda alguna una de las figuras del año ha sido el Procurador. La gente lo mira como un ser extraño, como alguien bajado de las galaxias, como un enviado de Cristo que de pronto se varó en el país y tuvo que apelar a una Procuraduría para manifestarse. Lo cierto es que hacía rato no aparecía una persona que reflejara ideas, creencias, personalidad. Se había llegado a la conclusión de que los funcionarios públicos deben ser lo más grises posibles, porque apenas son meros accidentes, así como el presidente Uribe escoge a sus ministros, sin fijarse tanto en la calidad como en la capacidad para subordinarse en cuanto a su lealtad.
En un país acostumbrado a esas zonas grises, a esos políticos que se meten ora por aquí, ora por allá, que cambian de opinión, que se acomodan, una persona como Alejandro Ordóñez disuena, se sale del lote y queda como un parche. Uno puede estar en discrepancia con sus tesis, teñidas de cierto fundamentalismo, pero no cabe duda que el país gana mucho encontrando personajes de carne y hueso y no de gelatina, que cualquier partido o movimiento se enriquece con personalidades así, que van de frente, con quienes no se puede equivocar porque se sabe en dónde están pisando y para dónde van.
Ahora se ha echado encima a las mujeres partidarias del aborto, quienes ya acuñaron una frase que hará carrera: Monseñor Procurador, no meta su rosario en nuestro ovario, que por cierto suena, como una piedra en la corriente de un río. Él puede mostrar su pensamiento y mover los mecanismos democráticos que sean idóneos para sacar adelante sus tesis, lo que no puede, es echar en saco roto a la Constitución. Por ejemplo, no puede dejar de lado lo que actualmente se considera como un derecho de la mujer: abortar en tres casos específicos que son la muerte inminente de la mujer, la malformación del feto o mediante la violencia carnal. En estos tres casos, ya el Procurador no se puede apartar de este criterio, porque estaría violando la ley. Es más, la Constitución y él juró precisamente sobre la Biblia o sobre el presidente Uribe, respetar y ser fiel a las leyes de la República. Y por más enviado de Dios, no puede pasar por encima de esos preceptos consagrados. Ahora, ¿por qué no hay escándalo cuando el profesor Gaviria Díaz se manifiesta como ateo?, ¿o cuando Gardeazábal se define como homosexual y sí en cambio porque un Procurador se manifieste como católico, apostólico y de pronto romano no, por lo de Monseñor Lefevre? Es raro que en un país católico, se vea como ave rara una persona que se manifiesta en público como católico.
En todo caso, una persona como Alejandro Ordóñez enriquece la política y lo pone en una línea moral muy superior a la que se respira en que el funcionario asalta el presupuesto público o se tira las empleadas a su servicio o es un pésimo marido o un hombre de trago y droga.
1 comentario:
Interrupción del embarazo legal por peligro de muerte inminente de la mujer hace referencia a la Causal Salud, uno de los 3 supuestos legales para la interrupción del embarazo consagrados en América Latina y todo el mundo.
Entren a www.CausalSalud.org
Allí encontrarán un trabajo muy serio acerca de la interrupción del embarazo. Los médicos y servicios de salud deberían conocer esta perspectiva del tema. En el sitio se puede descargar un libro, una guía de trabajo y también hay datos comparativos de lo que sucede con el aborto legal e ilegal en los países de la región.
Saludos
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