Oriente, una zona liberada

Editorial

El Colombiano, Medellín

Diciembre 18 de 2009

El Oriente antioqueño respira hoy más tranquilo tras el operativo conjunto de la Policía Nacional y la Fuerza Aérea de Colombia, que permitió dar de baja a 11 guerrilleros del noveno frente de las Farc, entre ellos a su comandante, Rubén Antonio García, conocido con el alias de "Danilo", quien durante 26 años sembró el terror en esta promisoria región.

Tras 15 meses de una paciente labor de inteligencia de la Policía, con el apoyo de información humana y técnica, fueron ubicados los miembros de este frente guerrillero en un área boscosa de San Roque, en el Nordeste de Antioquia, donde se produjo un bombardeo por parte de la Fuerza Aérea con aviones Tucano, los mismos utilizados en el ataque al campamento de "Raúl Reyes".

La sorpresa y contundencia de la acción, coordinada desde el comando de la Policía Nacional en Bogotá, hizo realidad una vez más el anuncio del Presidente Uribe de que no habrá rincón donde puedan esconderse los que siembran el terror en el país y que la Fuerza Pública irá por ellos donde quiera que se encuentren con el objetivo de poner fin a la pesadilla de la violencia.

La muerte de "Danilo" envía un parte de tranquilidad a los habitantes del Oriente de Antioquia, sometidos en el pasado a secuestros, extorsiones, atentados y homicidios por parte del frente que comandaba, y que prácticamente ha sido borrado de ese territorio, pero también de todo el Departamento, donde las Farc están en franco retroceso.

Este nuevo golpe a las Farc hunde más en el abandono a un reducido grupo de guerrilleros que queda del noveno frente de esa agrupación terrorista, cuya capacidad de fuego y sus finanzas, así como el abastecimiento de armas y alimentos, han sido restringidos gracias al esfuerzo de la Policía, la Cuarta Brigada, la Séptima División del Ejército y la Fuerza Aérea.

La ofensiva de la Policía y de las Fuerzas Militares para desvertebrar las estructuras guerrilleras en Antioquia, en el marco de la Seguridad Democrática es, a todas luces, exitosa. De los cerca de 500 miembros que tenía el noveno frente en los años 90, se redujo a unos 385 en 2003, cuando eran frecuentes sus atentados contra las torres de energía, las mal llamadas "pescas milagrosas" y la quema de vehículos en la autopista Medellín-Bogotá. Hoy no tiene más de 50 subversivos, incluidos los que recibió del frente 47, tras la entrega de "Karina", que era una de las cabecillas más buscadas del bloque José María Córdova.

Esta labor se suma a otras acciones recientes como las muertes de "El Paisa", jefe del frente 34 de las Farc, y de "Iván Ríos", comandante del bloque Noroccidental de las Farc, además la desarticulación del frente urbano Jacobo Arenas, tras la muerte de su comandante alias "Eladio". Fuera del 34, que se refugió en Chocó, el objetivo de las autoridades es poner fin también a los frentes 36 y 18 de las Farc que hacen presencia en el Nordeste y Norte de Antioquia, y del frente 5 que aún tiene injerencia en Urabá.

La Fuerza Pública muestra una vez más que con inteligencia, trabajo en equipo y colaboración de la comunidad sí es posible acabar con estas organizaciones criminales, y por ello es preciso que sientan el reconocimiento y el agradecimiento de todos los colombianos, como una manera de retribuir su firmeza y tenacidad en el combate a los grupos armados ilegales, dentro del marco de la Constitución y la Ley, para superar el conflicto armado y avanzar en el camino de la paz.