sábado, 27 de febrero de 2010

Adiós a la reelección

Editorial

El Pais, Cali

Febrero 27 de 2010

Con la sentencia de la Corte Constitucional que declaró inexequible la ley con la cual se citaba al referendo para decidir si se aceptaba la elección por tres periodos sucesivos del Presidente de la República, llega a su fin un proceso que paralizó la política colombiana. Y empieza uno nuevo, que se inicia con la campaña para elegir al sucesor de Álvaro Uribe Vélez a partir del próximo 7 de agosto.

El resumen de la sentencia presentada por el Presidente de la Corte, magistrado Mauricio González, es un catálogo de razones por las cuales se tomó la trascendental decisión. Contrario a lo que había expresado el Procurador General de la Nación, la mayoría del máximo tribunal constitucional los categorizó como violaciones sustanciales a la Carta Magna de Colombia. Están, en primer lugar, las irregularidades en la financiación del proceso para recolectar las firmas, que superó en más de 30 veces el monto permitido, mediante una combinación de fundaciones que en la práctica eran lo mismo, y cuyo propósito fue desconocer la ley.

Pero la Corte también calificó como inconstitucionales los que llamó “vicios de trámite legislativo”, como la falta de certificados expedidos por el Registrador Nacional sobre la financiación del proceso, o la modificación del texto, volviendo reelección continua lo que las firmas habían aprobado como discontinua. Además, la Corte consideró que el voto aprobatorio de los cinco miembros de Cambio Radical que se separaron de su partido violaron la Constitución porque desconoció la decisión de su bancada, conforme a la Ley de Partidos.

En el fallo también hubo un pronunciamiento de fondo, al considerar la Corte que la tercera reelección consecutiva desconocía “ejes estructurales de la Constitución” como la separación de poderes, el sistema de contrapesos y el derecho a la igualdad. Con lo cual fijó límites al poder reformatorio del constituyente primario, decisión de trascendencia que mantiene el espíritu de la Constitución de 1991 y dilucida en gran medida la controversia planteada con el Estado de Opinión citado por el presidente Uribe en su discurso del 7 de agosto pasado ante el Congreso de la República.

Hubo otros asuntos analizados por la Corte en la sentencia que declaró la inexequibilidad de la ley que citó al referendo. Pero es igual de importante resaltar la afirmación de su presidente acerca del respeto por su autonomía e independencia. Con ello despeja las versiones que se tejieron acerca del afán del Gobierno por presionar la decisión. Así, Colombia da una demostración de madurez democrática y fortaleza de sus instituciones, ratificados por el presidente Uribe en su alocución desde Barranquilla.

Esa es la mejor prueba de que el nuestro es un país que respeta su forma de gobierno, guiado por la separación de poderes. Después de despejado el enigma de la reelección, la política, en especial la sucesión presidencial, entra en un proceso distinto. Y si bien existirán inconformidades ante el fallo de la Corte, está claro que la decisión será acatada y respetada. Ese espíritu hace confiar en la capacidad de nuestra Nación para seguir adelante basada en el Estado de Derecho.

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