jueves, 25 de febrero de 2010

Bienvenido TLC con Europa

José Manuel Restrepo Abondano

El Nuevo Siglo, Bogotá

Febrero 25 de 2010


Tuve la fortuna de participar en un reciente encuentro con un nutrido grupo de europarlamentarios, a propósito de la muy posible firma de un Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea. La visita coincide con la novena ronda de negociaciones que se realizará en Bruselas en esta semana y en donde se espera ya una decisión definitiva, pues se ha avanzado significativamente en el acuerdo.


Para anticiparnos a las posibles reacciones de quienes han tomado como deporte oponerse a los TLC de Colombia con cualquier país del mundo, siempre argumentando en contra del país y de su gobierno actual, y de paso abortando nuevas posibilidades de empleo y desarrollo productivo en nuestra nación, bien vale la pena destacar algunos hechos que hablan de la importancia de este acuerdo de comercio.


Aunque cabe reconocer que ningún acuerdo soluciona los problemas de un país, ni hace automático el mejoramiento del mismo, sí es importante reconocer que facilita el acceso a nuevos mercados de bienes y servicios, que en el caso de Europa significan 27 naciones, más de 500 millones de habitantes, un PIB per cápita de compra superior a los 37.000 dólares y acceso a la región que es en el mundo segundo importador de bienes y primer importador de servicios.


Se trata pues de una gran oportunidad para que nuestro sector productivo desarrolle estrategias de exportación a un mercado grande y exigente, que habrá de ayudarnos en la reducción de la pobreza y en la mejora sustancial de los indicadores sociales y de calidad de vida de nuestra sociedad. De hecho no hay un solo estudio técnico que demuestre lo contrario a este argumento y, por el contrario, son muchos y representativos aquellos (estudios de DNP, CAF, CAN, ANIF, Asobancaria, etc.) que concluyen sobre la forma muy benéfica como estos acuerdos contribuyen a generar comercio e inversión.


Vendrán ahora, y esperamos sin éxito, quienes alegarán que la UE no deberá firmar el TLC por temas de violación de derechos humanos, desprotección al medio ambiente, realidad sindical y violencia, y mucho más. Se les olvida a estas personas, o quizá no toman en consideración que es esta una oportunidad para primero reconocer que habiendo problemas en todo lo descrito en su crítica, la realidad de la Colombia de hoy es mucho mejor de la de ayer, y también en la importancia del acuerdo para avanzar en la solución de dichos problemas con recursos derivados de acceso a nuevos mercados.


Todo aquello que podría ser de debate y cuidado está resuelto. Los temas de banano, azúcar, carne de bovino y los mecanismos de exención arancelaria para la importación de materias primas, están solucionados en el acuerdo previsto. Adicionalmente el gobierno colombiano sabiamente ha dejado instrumentos efectivos para proteger los derechos humanos, laborales y ambientales, tales como compromisos en aplicación y promoción de leyes y prácticas y de los compromisos con acuerdos medioambientales.


Que sea esta una buena semana para Colombia y logremos el acuerdo.

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