Francisco Cuello Duarte
El Heraldo, Barranquilla
Febrero 27 de 2010
El proceso descentralista comenzó en Colombia con el Acto Legislativo 01 de 1986 y desde esa época venimos eligiendo libremente nuestros propios mandatarios locales, sin ninguna intervención del poder central. Más tarde, y a partir de la Constitución Política de 1991, se estableció la elección popular de gobernadores. No obstante, el centralismo ha sido una de las causas del atraso de los entes territoriales, pues la Nación recibe el 82% de todo el recaudo tributario, mientras que los departamentos el 6% y los municipios el 12%.
El gobierno nacional maneja el Fonpet, el Fosyga y el Fondo Nacional de Regalías, además del Presupuesto General de la Nación. De este instrumento se desprenden las transferencias que le distribuyen a todos los entes territoriales a través del Sistema General de Participaciones, que se reparte dependiendo de factores tales como población y necesidades básicas insatisfechas. En este rubro, para el 2010, la Costa Caribe recibirá 3.7 billones de pesos, de los 23 billones que conforma el SGP. Vale aclarar que este reparto no obedece a criterios distintos de los establecidos en la Constitución y las leyes. Así que un municipio que se encuentre cerca a Bogotá no recibe más recursos de otro que está lejos.
Lo que debemos precisar es si el centralismo es la causa única de nuestro atraso, o si por el contrario, también somos culpables (la clase dirigente), de la baja calificación de la región en el manejo de la cosa pública. Un municipio como Briceño (Cundinamarca), con 10.730 habitantes recibe del SGP, 6.736 millones de pesos, mientras que Guamal (Magdalena), con 9.000 habitantes, recibe 9.589 millones de pesos por SGP; Caicedonia (Valle), con 31.000 habitantes, recibe 13.000 millones de pesos por SGP y Dibulla (Guajira), con 22.000 habitantes, recibe 17.656 millones de pesos.
De otra parte, hay que indicar que de 17 Departamentos que tienen regalías directas por carbón, petróleo y otros metales, 6 departamentos de la Región Caribe (Guajira, Cesar, Córdoba, Bolívar, Sucre y San Andrés), reciben estos recursos en proporción considerable. Sin embargo, 5 de ellos (Córdoba, Bolívar, Sucre, Magdalena y San Andrés) están en Ley 550. Mientras que de 47 municipios que reciben recursos de regalías, 16 están en la Región Caribe, 6 de éstos también en Ley 550. Lo que significa, que en estas condiciones de intervención, el ente territorial ha sido muy mal manejado y, generalmente, saqueado.
El manejo poco eficiente de nuestra región puede comprobarse en el estudio que anualmente realiza Planeación Nacional (Evaluación del desempeño integral de los municipios, Bogotá 2006),
Es cierto que Colombia es un país de regiones y como tal reclama con urgencia de un ordenamiento territorial como instrumento de desarrollo. La Región Caribe tiene hoy todos los elementos necesarios para su desarrollo tales como recursos naturales, posición geográfica, tierras fértiles mejor que las del Valle del Cauca, una Sierra Nevada con todos los climas, tres puertos abiertos a la globalización y gente laboriosa y alegre, que sacudiéndonos de la clase política chupadora de los recursos del presupuesto, podemos convertirnos, sin excusas, en la primera región del país.
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