Teresa Tono (Entrevista)
El País, Cali
Febrero 21 de 2010
En la primera entrevista que concede, Teresa Tono, considerada una de las artífices de los controvertidos decretos de Emergencia Social, defiende y explica las medidas.
¿Quién es Teresa Tono?
Soy médica, casada durante 25 años con mi compañero de universidad, médico en ejercicio e investigador y madre de dos adolescentes. Soy una investigadora de los sistemas de salud que siente que a todas las personas se le deben dar los servicios de salud que necesitan, sin olvidar que los recursos son limitados.
¿Cómo llegó al Ministerio de Protección?
Conocí a Juan Luis Londoño, entonces Ministro de Salud, en 1993 cuando se estaba debatiendo el proyecto de ley de seguridad social integral que más tarde sería la Ley 100, yo era una estudiante del doctorado de sistemas de salud de UCLA y le hice unas sugerencias con respecto al proyecto de Ley, que le deben haber gustado porque en Enero de 1994 me invitó a participar en la reglamentación de la misma. Mi contrato con el Ministerio terminó en Septiembre de ese mismo año. Ocho años más tarde cuando el Presidente Álvaro Uribe fue elegido, Juan Luis Londoño quien fue nombrado Ministro de Salud, volvió a llamarme y me pidió que le colaborara en la dirección del Programa de Apoyo a la Reforma en Salud, que había sido creado tiempo atrás para darle operatividad a la Ley 100.
Al Gobierno le preocupaba que existía un estancamiento en la implementación de la reforma y buscaban darle un impulso. Acepté sin dudarlo porque ese programa era el sueño de un investigador como yo: es la aplicación de los resultados de las investigaciones en la toma de decisiones para el mejoramiento del sistema. Cuando falleció Juan Luis, Diego Palacio, quien también hacía parte del equipo de salud, fue nombrado Ministro. Yo lo acompañe hasta lograr el cumplimiento de los objetivos del Programa de Apoyo a la Reforma en Salud en el 2008.
¿Qué filiación política tiene? ¿Cual es su padrino político?
No participo, ni he participado en política. Soy del partido de la búsqueda tenaz de la cobertura y calidad de los servicios de salud. Dedico todo mi tiempo libre a mi familia y en el trabajo sólo participo en investigación o en la aplicación de los resultados de la investigación a la toma de decisiones respecto del sistema de salud. Eso me ocupa todo el tiempo. No tengo padrino político.
¿Qué condiciones de trabajo tenía usted en los contratos con el BID y con el Gobierno colombiano?
El Programa de Apoyo a la Reforma en Salud era un programa de crédito externo firmado en 1996 entre el Gobierno Nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo para apoyar la implementación de la Ley 100. Mi relación con el Gobierno y el Programa inició en el 2003 cuando asumí la dirección ejecutiva del Programa y era responsable por el cumplimiento de los objetivos del crédito en los términos del contrato entre el Gobierno y el BID. Durante los seis y medio años que fui directora del programa fui contratista remunerada de acuerdo a lo establecido en el decreto de austeridad en el gasto del 2001, que fija las normas para la contratación de ese tipo de funciones en el Gobierno.
¿En qué consistió su labor dentro del Programa de apoyo a la reforma de la salud?
Fue un trabajo del cual me siento muy orgullosa. Si bien recibí el Programa cuando ya llevaba varios años operando y había alcanzado algunos logros importantes, me correspondió promover el desarrollo del sistema de información, la implementación del sistema de garantía de calidad, hoy orgullo de nuestro país y el trámite del proyecto de ley de recursos humanos, hoy la Ley 1164 de 2007, al igual que el desarrollo e implementación de una estrategia para la gestión del régimen subsidiado en los municipios, adoptada plenamente en 130 municipios y entregada a la totalidad del país, se desarrolló la metodología de ajuste de la Unidad de Pago por Capitación, se desarrollaron las guías hoy vigentes de VIH/Sida, enfermedad renal crónica y de promoción de la salud y prevención de las enfermedades de salud pública, se diseñó, desarrolló e inició la operación del sistema de información Sispro, con sus componentes de Registro Único de Afiliados, Sismed y la Pila, entre otros, y muchos proyectos que contribuyeron a la implementación del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
En concepto del Banco Interamericano de Desarrollo y de la firma externa que nos evaluó al finalizar el Programa, éste contribuyó a la duplicación de la afiliación entre el 2002 y el 2008, llegándose al 90% de cobertura en la actualidad, con particular énfasis entre las personas de menores ingresos; al mayor uso de servicios particularmente por parte de los afiliados al régimen subsidiado y a las personas de menores ingresos; a la disminución en la inequidad en el uso de los servicios; al cambio en la forma de financiarse los servicios haciéndolo más equitativo al disminuirse el gasto de bolsillo, al efecto redistributivo del ingreso que esto genera; y al fortalecimiento de las instituciones.
¿Por qué volvió a ser requerida por el Ministerio de la Protección, para que continuara el trabajo?
Al terminar la labor con el Programa de Apoyo a la Reforma, en el 2008, me invitaron a hacer parte del grupo de profesionales del Centro de Gestión Hospitalaria, que es una entidad sin ánimo de lucro, una corporación en la cual participan entidades de todos los tipos del sector salud: hospitales, fundaciones, EPS, universidades, industria, cajas de compensación y Fonade y cuya misión es fomentar el mejoramiento de la calidad de atención en salud en Colombia mediante la aplicación de métodos de mejoramiento en las instituciones, la investigación y el apoyo a la formulación e implantación de políticas para el logro de los propósitos del sistema. Cuando la Corte Constitucional emitió la Sentencia T-760, el Ministerio de la Protección Social seleccionó al Centro de Gestión Hospitalaria, a fines del 2008, para que le brindara asesoría profesional en la preparación de unos escenarios técnicos y económicos para dar respuesta a las órdenes incluidas en la Sentencia y yo hice parte del equipo que trabajó en ese proyecto.
¿Cómo se vínculó a la Asociación Centro de Gestión Hospitalaria en el marco de la emergencia social?
Una vez terminado el proyecto en el que se le presentaban al Gobierno varias opciones de manejo técnico, fuimos contratados a fines del 2009, para apoyar la adopción de algunas de las propuestas contenidas en el proyecto anterior, particularmente el diseño y desarrollo de los procesos operativos de un organismo técnico científico que respalde la adopción de los principios científicos en la prestación de los servicios de salud. Esto no es un invento colombiano, un ejemplo de ello es el National Institute for Clinical Excellence - NICE (Instituto para la Excelencia Clínica, www.nice.org) del Reino Unido. Un sistema avanzado de salud como el inglés se apoya en esta institución, conformada por investigadores de reconocida trayectoria, para decidir si un servicio de salud debe ser financiado por el estado a partir de su capacidad para mejorar la salud de las personas.
¿Cuál fue su participación en la elaboración de los decretos de emergencia social?
Los miembros del equipo del Centro de Gestión Hospitalaria, preparamos una propuesta técnica a partir de los escenarios que le mencioné. Le entregamos al gobierno la argumentación del porqué debe fortalecerse la autonomía profesional de los médicos, de cómo la aplicación de estándares de buenas prácticas y calidad, contribuyen al mejoramiento de los servicios de salud, y enfatizamos que para que esa autonomía fuera real debía entregarse a los representantes legítimos de los médicos y los odontólogos la facultad para establecer los estándares de buenas prácticas y calidad. También argumentamos en favor de la creación de un organismo técnico científico, que de manera autónoma y en forma científica adopte los estándares de calidad en el caso de los servicios de salud no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, con el objetivo de que estos servicios se entreguen en condiciones que optimicen los recursos.
¿Siendo usted médico, no considera un irrespeto las restricciones al ejercicio profesional contenidas en la emergencia social?
Los decretos de emergencia social hacen lo contrario, les entrega a los médicos y los odontólogos el poder para definir las condiciones en que se ejerce la profesión, eso es lo que dice el artículo 23 del decreto 131. Asegura que son ellos quienes definen que es la calidad en el día a día de los médicos, le entrega a la Academia Nacional de Medicina, las sociedades científicas y las facultades de medicina el poder extraordinario de definir y adoptar los estándares que les aplican. Adicionalmente, garantiza que a los médicos solo los pueden juzgar otros médicos, como claramente lo establece el artículo 32 del decreto 131.
¿Proponer que los colombianos paguen de su bolsillo los tratamientos que no están en el POS no es un abuso con los usuarios?
En la actualidad en el Plan Obligatorio de Salud hay copagos y cuotas moderadoras, que se ajustan a los ingresos de las personas y su condición de afiliación. Lo que hace el Gobierno es similar y encuentro que es justo que los que tienen más ayuden a financiar el servicio de los que tienen menos.
¿Es cierto que el sistema de salud colombiano está a punto de colapsar?¿Porqué?
Yo estoy convencida de que lo que está por colapsar es la financiación, porque el gasto en servicios no incluidos en el POS enloqueció. Y lo que a mí me preocupa es que no es equitativo y peor aún, no es claro que ese gasto produzca mejoras en la salud de las personas.
Luego de todos sus años de trabajo en el sector, ¿qué diagnóstico hace de él?, ¿cuál es la falla más protuberante?
Nuestro sistema es un modelo mundial. Hemos conseguido unos niveles de cobertura y equidad que muchos similares a nosotros imitan. La dificultad mayor es la convicción de algunos de que el Estado debe darle todo a todos, ya. Y para muchos, especialmente, los salubristas como yo, ese sería el mundo ideal. Sin embargo, no hay un solo país en el mundo que haya podido conseguir esto. Ni siquiera los Estados Unidos, Canadá o Alemania que tienen muchísimos más recursos.
Existe la percepción de que el gran problema de la salud es que se volvió un negocio de los intermediarios, en especial las EPS y que el gobierno con la emergencia social lo que ha querido es favorecerlas. ¿Qué opina?
Lo que hizo el gobierno fue intervenir todo el sector, con el propósito de enfrentar la serísima crisis generada por el desbordamiento del gasto en lo No POS. Adicionalmente cumplió las órdenes de la Corte Constitucional de acelerar la unificación de los planes de beneficios de los dos regímenes y acelerar la afiliación universal. Me desconcierta cuando se interpreta que esto favorece a las EPS, es como estar jugando al juego del mundo al revés.
¿Qué cree que hay detrás de la controversia que se ha desatado con estos decretos?
Hay una angustia comprensible de las personas de que se les garanticen los servicios de salud, en la mitad de un contexto político que se presta para debates apasionados. Un paralelo fascinante es el dilema del Presidente Obama quien le prometió a los estadounidenses una reforma al sector salud y no ha encontrado la manera de generar el consenso requerido para obtener su aprobación.
En pocas palabras
"Estoy convencida de que hay que darle autonomía y fundamentación científica al ejercicio de mi profesión y que, cuando los recursos son limitados, debe financiarse lo que más beneficie a la población".
"La ciencia biomédica es muy exitosa, se está produciendo tecnología y medicamentos mucho más rápidamente de lo que cualquier sociedad puede absorber su costo”.
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