Editorial
El Mundo, Medellín
Mayo 28 de 2009
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en sesión extraordinaria, condenó unánimemente la prueba nuclear realizada el lunes por Corea del Norte por vulnerar el Tratado de No Proliferación Nuclear y la paz regional y global, y trabajaba ayer en un nuevo paquete de sanciones más duras que las actuales, que son sobre todo de carácter económico. El organismo considera que el ensayo realizado por Corea del Norte es una violación flagrante a la resolución 1.718, aprobada en el año 2006, tras la primera prueba atómica de Pyongyang, pero sus miembros difícilmente podrán ponerse de acuerdo en el contenido y alcance de las nuevas medidas.
La más dura, por lo que escuchamos ayer, es la posición de los EEUU, cuya embajadora en
Rusia parece estar dispuesta a endurecer su posición pero ha advertido, a través de su embajador en
El martes analizamos aquí los alcances de la amenaza nuclear iraní y la poca atención que estaban recibiendo de la comunidad internacional las advertencias del gobierno israelí sobre la necesidad de adoptar medidas definitivas para contener al fundamentalista radical Mahmud Ahmandinejad y hoy tenemos que hacerlo con relación al dictador Kim Jong Il, quien resultó más ladrador que su homólogo iraní, aun cuando, a decir verdad, pese a la alarma mundial creada por la prueba nuclear del lunes y el posterior lanzamiento de misiles de corto alcance, seguimos considerando más peligroso el proyecto del primero y más factible de convertirse en un verdadero conflicto bélico, por la que sería una muy comprensible y justa reacción israelí de legítima defensa, si, como dijimos, el Consejo de Seguridad de
Es claro que el dictador norcoreano es un desequilibrado mental que tiene la obsesión de desarrollar un poderío militar a cualquier costo, que por grande que fuera resultaría ridículo frente al de las tres superpotencias que rodean su territorio – China, Japón y Rusia – y, en cuanto a su vecino del sur, que sería la primera y principal víctima de un eventual ataque, aparte del apoyo incondicional y manifiesto de los EEUU, es de su suyo una potencia económica muy superior a la norcoreana. Con toda razón, Corea del Sur anunció el martes que se une a la llamada Iniciativa para
El caso de Irán es muy distinto. Está rodeado de aliados, cómplices y amigos en su lucha contra el Estado de Israel y dispone de un excedente económico que le permite conseguir las materias primas básicas en el mercado mundial a través del comercio subterráneo internacional, y en cambio Corea del Norte se gasta en pólvora la alimentación de su gente. Dos polvorines que en cualquier momento pueden volar, como “Ricaurte en San Mateo”.
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