jueves, 21 de mayo de 2009

¿Fin del capitalismo?

Por Jorge Humberto Botero

El Colombiano, Medellín

Mayo 21 de 2009

Un par de gobernantes cuyo verbo fluye con mayor rapidez que su pensamiento, se han apresurado a decretar el fin del capitalismo. No hay tal. El G-20, del que uno de ellos es conspicuo integrante, ha declarado que "el único fundamento seguro para una globalización sostenible y creciente prosperidad para todos, es una economía mundial abierta, basada en los principios del mercado y en sólidas instituciones globales".

Igualmente significativo fue el consenso alcanzado en este foro, del que participan voceros de los países avanzados y en vías de desarrollo, en cuanto a que el crecimiento, para ser sostenible, debe ser compartido, tanto entre unos y otros, como entre las actuales y las futuras generaciones. Habrá, pues, que distribuir mejor la torta y cuidar la vida de las especies que comparten el planeta, amenazado como está por el calentamiento global y, lo que es menos obvio, por la proliferación de armas nucleares.

Sin duda, la teoría económica, al igual que el objeto de su reflexión, es de naturaleza cíclica. Quedará atrás durante un período prolongado buena parte del repertorio ideológico que nosotros llamamos neoliberal, y -paradojas idiomáticas- en los Estados Unidos se conoce como neoconservador. El Estado está de regreso, ojalá para corregir, que no para perturbar, el modelo capitalista. Admito que no es fácil trazar la línea divisoria.

Sabido es que "del dicho al hecho hay mucho trecho". A pesar de la defensa de la globalización, que, en el ámbito de la economía implica la apertura de los mercados domésticos a la competencia foránea, casi sin excepción, los gobiernos que concurren al G-20 han adoptado medidas del tipo "compre nacional". Estados Unidos, uno de ellos, ha impuesto restricciones al comercio exterior. El riesgo de una nueva ola de proteccionismo es inminente a pesar de la retórica oficial en contrario. Para contrarrestarla hay que recordar que, a pesar de sus enormes ventajas, el libre flujo transfronterizo de mercancías y servicios y, en mayor medida, de capitales, puede hacer las economías más volátiles y agravar los problemas de inequidad en la distribución del ingreso y la riqueza.

La justificada exasperación causada por el mal funcionamiento de los sistemas financieros, que constituye uno de los elementos centrales de la crisis, da origen a dos tipos de riesgo. El primero consistente en la tentación de olvidarse de la banca para concentrarse en el sector real; el segundo, optar por nacionalizarla: si el Estado de todos modos es responsable por sus obligaciones ante ahorradores y depositantes, es mejor que la maneje.

Ambos postulados, a mi juicio, son erróneos. El sistema financiero es a la economía lo que la sangre al cuerpo humano. Si éste deja de cumplir con eficiencia sus tareas de movilizar los pagos que los agentes económicos deben hacerse, y transferir los excedentes de ahorro de algunos de ellos hacia quienes pueden usarlos de modo productivo, la prosperidad social no es posible. A pesar de los evidentes excesos especulativos de años recientes en los países avanzados, es axiomático que, en la medida en que la sociedad progresa, una creciente proporción de su riqueza está representada por activos financieros. (Justamente porque es así, la enorme pérdida de riqueza que la crisis ha producido es invisible; nada significativo en el mundo de la realidad observable ha cambiado).

De otro lado, si los banqueros privados son propensos a equivocarse, los públicos pueden ser peores. Pocas cosas más peligrosas que permitir que en la asunción de riesgos de crédito e inversión financiados con recursos derivados del ahorro público jueguen consideraciones políticas de corto plazo. No debemos olvidar que la crisis financiera que afrontó Colombia a fines de la década pasada, primordialmente tuvo lugar en la banca estatal. Con ella, la supervisión financiera debe ser especialmente rigurosa.

*Tercera entrega de una serie sobre las lecciones que le deja a Colombia la crisis 

 

 

 

 

 

 

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