Por Gabriel Harry H.
El Colombiano, Medellín
Mayo 22 de 2009
Difícilmente se encuentran jóvenes emprendedores que, por cargar con un lastre bien pesado, ante su capacidad, compromiso, claridad y transparencia, caen en las garras de personas que con la sorna que los caracteriza, quieren acabarlos. Pero hay contrincantes capaces de afrontar el debate y contestar con la verdad.
Muestra el periodista Arizmendi, sin saberse públicamente por qué y aprovechando su tribuna, un odio apasionado contra el Presidente Uribe, que al no haber podido hacerle mella, le arranca contra lo que más duele, que son los hijos, haciendo eco al famoso Coronell, que tiene la gran capacidad de difamar, demostrando su complejo.
Escuchando la cadena española, queda el oyente, en ocasiones, descompensado; en otras, indignado; pero lo que más descompensa es que pisoteen una profesión tan importante como es el periodismo, por contar con una desbordada libertad de prensa, que como la están manejando, puede llegar a tener un final impredecible.
El ejemplo que los jóvenes hijos del doctor Álvaro Uribe Vélez y doña Lina Moreno han dado, es digno de copiar y debe servir de modelo para su generación, considerando que no se escudan en testaferros para hacer negocios, sino que con la frente en alto, los presentan a la opinión pública, sin aceptar debates politiqueros de la oposición.
Es duro para nosotros los padres de familia y abuelos, escuchar al señor Gossaín por la otra cadena, cuando en la entrevista les dice que él los prefiere ver de vagos o atenidos, que de empresarios o en el exterior estudiando; es triste que ese sea un consejo oportuno, cuando lo que el país requiere es una juventud emprendedora y trabajadora.
En las entrevistas a estos muchachos les hacen ver que están muy jóvenes para contar con un patrimonio. Desconocen la historia estos detractores, deben saber que, en el caso de Antioquia, un Pepe Sierra, un Jesús Mora, entre otros, por haber comenzado muy jóvenes, contaban con un patrimonio considerable al llegar a la edad en que se encuentran estos muchachos.
Con sofismas perversos, lo que demuestran estos detractores es ignorancia, pues desconocen qué es un área bruta, un área neta, cesión de vías, urbanismo, tiempo, financieros, honorarios, impuestos, retiros, comisiones, entre otras, para llegar a una utilidad en el tiempo. Querer hacer ver que son los dueños es otro sofisma, diferente es ser socios minoritarios con un 14% de un proyecto. Sigan para adelante jóvenes, ustedes tienen todos los derechos.
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