sábado, 31 de octubre de 2009

El cerco a la Teófilo Forero

Editorial

El Espectador, Bogotá

Octubre 31 de 2009

La baja de Hermes Triana, segundo cabecilla de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc, es una prueba más de que con avances en inteligencia y un paciente trabajo con norte claro, la Policía Nacional está en capacidad de penetrar en lo más granado de la guerrilla.

A partir de la colaboración de un informante, que será premiado con $1.900 millones, un grupo de la Dijín y de inteligencia de la Policía dio con el paradero de alias James Patemala en Puerto Rico, Caquetá. En el enfrentamiento murieron dos de sus acompañantes y fueron heridos de gravedad dos uniformados. Uno de éstos, el patrullero John Alexánder Pinilla, miembro destacado del Comando de Operaciones Especiales de la Policía, lamentablemente falleció en la madrugada del pasado martes.

A la columna móvil Teófilo Forero se le responsabiliza de diversos atentados, asesinatos y secuestros. De la larga lista de delitos, pueden citarse el secuestro masivo ocurrido en el edificio Miraflores de Neiva; el desvío de un avión de Aires que cubría la ruta Neiva-Bogotá y que, tras ser conducido al municipio de Hobo, terminó en el secuestro del senador Jorge Gechem Turbay; el secuestro de los 12 diputados de la Asamblea Departamental del Valle; el atentado contra el Club El Nogal, que dejó 36 muertos y 20 heridos; la casa bomba con la que se intentó darle muerte al presidente Uribe en cercanías al aeropuerto de Neiva; la muerte del ex congresista Jaime Lozada; el atentado a Bogotá Beer Company, en Bogotá; el secuestro y asesinato de Liliana Gaviria, hermana del ex presidente César Gaviria; y la masacre de nueve concejales en Rivera, Huila.

La Teófilo Forero no es cualquier facción de las Farc. Bautizada así como homenaje al inmolado secretario general del Partido Comunista y ex diputado de la Asamblea de Cundinamarca por la Unión Patriótica Teófilo Forero Castro, esta columna, adscrita al bloque sur, se constituyó como fuerza élite de combatientes. Quienes han estudiado sus movimientos afirman que es la unidad encargada de las principales acciones terroristas cometidas en las ciudades.

Una estructura que no tiene parecido en la ya larga y sufrida historia de las guerrillas colombianas y que con la dirección del temido Hernán Darío Velásquez, alias El Paisa u Óscar Montero, ha reclutado sicarios del cartel de Cali y Medellín para ejecutar sus sanguinarios operativos.

Existen reportes en los que se hablaba de 600 hombres y mujeres en comandos o en alianza con milicianos del movimiento bolivariano. Según información oficial, de la columna Teófilo Forero aún se encuentran activos unos 50 hombres en el centro del país. Patamala tenía 44 años, estuvo en las Farc 15, de los cuales 11 los pasó en la Teófilo Forero. La orden de captura que la Fiscalía profirió en su contra lo acusaba de delitos como concierto para delinquir, secuestro extorsivo, terrorismo, homicidio con fines terroristas, homicidio agravado, hurto agravado, falsedad, empleo o alzamiento de sustancias peligrosas, porte ilegal de armas, entre otros.

El mensaje para las Farc es contundente. Su otrora impenetrable fuerza élite está al acecho de los operativos de inteligencia de la Policía. Con este último y la reciente captura en Bucaramanga de alias Richard o Ferney Culebro, principal cabecilla del frente 23 de las Farc, queda claro que la Policía hace un buen tiempo que no se limita a la lucha contra el narcotráfico y que los resultados de su compromiso en la defensa del Estado se están viendo.

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