martes, 27 de octubre de 2009

La Dictadura de los jueces

José Manuel Acevedo M.

Vanguardia Liberal, Bucaramanga

Octubre 26 de 2009

Entre paréntesis, la reapertura de la investigación del Vicepresidente Santos es un hecho político, no jurídico. Queda comprobado también que el Vicefiscal (e) Fernando Pareja, no ha dejado de ser subordinado de la Corte Suprema de Justicia –digo, porque sigue siendo Magistrado de un Tribunal con licencia para prestar sus diligentes servicios en medio de esta conveniente interinidad-. La fábrica de testimonios va a toda marcha y lo triste del caso es que la justicia les creerá a los ‘paracos’ de la misma forma en que desatiende las voces de ex guerrilleros como Olivo Saldaña quien también dice cosas que comprometen a políticos de izquierda, pero a ellos nada les pasa. Y si por la Corte Suprema de Justicia llueve, por la Constitucional diluvia… Este no es el siglo de los jueces, sino el de la dictadura de los jueces. Su última decisión en torno al tema del aborto no faculta, sino que obliga; no amplía derechos, sino que los limita. El derecho, en últimas, se ha convertido en la verdad revelada y ha invadido ámbitos como el de la moral personal, colocando a los jueces que lo generan al mismo nivel de un ‘Creador’.

¿Quién dijo que la objeción de conciencia sólo es aplicable a los ciudadanos del común? ¿Quién dijo que funcionarios públicos, jueces y médicos no son también beneficiarios de ese inalienable derecho? ¿Cómo puede la Corte Constitucional desconocer que la sumatoria de objeciones morales se traduce en posiciones oficiales de instituciones médicas o educativas, que tienen todo el derecho a pensar y transmitir su pensamiento como quieran?

Somos garantistas, liberales y demócratas pero no entendemos que ciertos grupos – mayoritarios – tengan que hacer algo que su sistema de creencias rechaza, con razón o sin ella.

No censuramos la decisión de abortar y nos parece justo que las mujeres que quieran hacerlo puedan desarrollar su libre albedrío en circunstancias que la misma Corte ha especificado, sin mayor rigor, eso sí. Pero una cosa es habilitar y otra imponer: los médicos, jueces y educadores tienen derecho a ser todo lo ‘ultragodos’ y religiosos que quieran y en el caso de los colegios, su enseñanza en esas materias debe conducirse con toda libertad, según el credo que les venga en gana.

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