martes, 27 de octubre de 2009

Una recomendable diversificación

Aurelio Martínez Caníbal

El Nuevo Siglo, Bogotá

Octubre 27 de 2009

La rotunda declaración del presidente Lula da Silva produjo en los círculos económicos del país reacciones diversas. Poco acostumbrados los colombianos, a pensar en grande, la propuesta del mandatario brasileño, durante la visita del presidente Uribe a Sao Paulo, de duplicar el intercambio comercial en los meses faltantes de los respectivos períodos presidenciales, generó desconcierto y, por qué no decirlo, perplejidad.


El asunto se vuelve muy interesante, dada la coyuntura que el sector empresarial colombiano ha vendo encarando, por las difíciles relaciones políticas con nuestros vecinos, especialmente con el gobierno venezolano. El marchitamiento de los mercados más cercanos provocó preocupación y casi angustia por tratarse de los destinos comerciales más apetecidos. Pero, de la coyuntura de crisis se ha ido pasando a una etapa de reflexión, que puede imprimirle un vuelco interesante a gran parte de nuestro comercio exterior.

La primera puntualización, ajustada a los mejores intereses nacionales, la hizo el presidente de la Junta Directiva de Analdex, Ronald Bakalarz, en el reciente Congreso de Exportadores. Los empresarios colombianos mantienen su interés por el mercado venezolano, sin que ello signifique que se supedite el decoro y la dignidad nacional a tal consideración. De igual manera, merece destacarse la propuesta que planteó el mencionado dirigente gremial, de considerar seriamente la diversificación de nuestra clientela en el exterior.


Lo de Brasil puede estimarse como un botón de muestra. El pujante país importará este año alrededor de USD $125 billones, alcanzando nuestras exportaciones a ese gigantesco mercado apenas los USD$ 600 millones. Y, como el Brasil, podría hacerse referencia al Perú, México, las Antillas y la región centroamericana. Mercados con alta potencialidad de compra, con cuyos gobiernos tenemos buenas relaciones. Lo importante es identificar el camino de penetración, para ir canalizando nuestra oferta de bienes y servicios.


Amigos empresarios, con largo kilometraje en la conquista de nuevos mercados, me han subrayado que la forma más eficiente de promover nuestro portafolio exportador, tendría que girar en torno del establecimiento de compañías comercializadoras en el respectivo destino comercial, con aportes significativos de capital aportados por Proexport y mediante la vinculación accionaria, en menor escala, de inversionistas colombianos. Siguiendo el ejemplo de Pro Chile, en los lugares seleccionados para adelantar la promoción comercial, se dispondría de bodegas de almacenamiento y, bajo la batuta de gerentes calificados, de los apoyos logísticos complementarios para el mercadeo. Un mecanismo de conquista de mercados, exitosamente ya ensayado por diferentes países del mundo y que valdría la pena replicar.

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