miércoles, 9 de diciembre de 2009

Por una justicia al día

Editorial

El Colombiano, Medellin

Diciembre 9 de 2009


Aunque el Gobierno de Álvaro Uribe, (con Fernando Londoño en el gabinete), fusionó los ministerios del Interior y de Justicia, hoy el país se ve enfrentado a un debate sobre su pertinencia, debate que deberá hacerse dentro del contexto de una reforma estructural de la Rama Judicial, tal como lo propone el actual Ministro, Fabio Valencia Cossio. Consideramos oportuno hacer esta reflexión por cuanto "ambas funciones nos parecen tan incompatibles como el agua y el aceite", como lo hemos afirmado en editoriales desde febrero de 2003.

Creemos que la separación de los dos Ministerios es conveniente. Son complejos los asuntos que le corresponde manejar a quien ejerce este doble Ministerio, y así sea muy avezado en ambos campos, la sola falta de tiempo es ya un grave escollo para el oportuno desarrollo de las funciones inherentes a las dos carteras.

Recordamos que la fusión se basó en la reestructuración de varias entidades oficiales, ordenada en el año 2002, con el fin de reducir el tamaño del Estado, para evitar la macrocefalia gubernamental, con sus secuelas de burocracia, lentitud y desgreño administrativo. Aunque muchas entidades comenzaron a ser más eficientes, no ocurrió lo mismo con la Rama Judicial, que mantiene una crisis estructural.

La Constitución de 1991 creó el Consejo Superior de la Judicatura con las tareas específicas de administrar la carrera judicial, ejercer el control disciplinario, proyectar el presupuesto y ejecutarlo, en forma autónoma e independiente, reemplazando así gran parte de las funciones del Ejecutivo en la administración judicial, pues hoy éste solamente provee los recursos y garantiza que las decisiones se cumplan. Sin embargo, la labor del Consejo no ha sido la esperada y son múltiples las críticas a su desempeño en pro de la justicia colombiana.

Las razones anteriores han suscitado una controversia sobre la posibilidad de restablecer el Ministerio de Justicia separado del Ministerio del Interior. Algunos creen que volver al esquema anterior no cambiaría el escenario actual, pues el Consejo Superior de la Judicatura continuaría administrando la justicia. Otros consideran que es prioritario el regresar a los dos Ministerios, pues se necesita la especialización en las funciones, así como un especial empeño a la interlocución con la Rama Judicial.

Es por ello que el Ministro Fabio Valencia Cossio, reconociendo la validez de los argumentos, está dispuesto a "propiciar y apoyar una franca, abierta y constructiva reflexión en la que participarían funcionarios de la Rama Judicial, del Ejecutivo, de la academia y la sociedad civil, liderada por un selecto grupo de ex magistrados de las altas cortes, en cuya cabeza estaría José Alejandro Bonivento, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia". Esa comisión sería la que propondría los temas de una reforma judicial, sin condicionarla al hecho de que se dé una separación de los Ministerios del Interior y de Justicia.

Apoyamos esta iniciativa pero no nos gusta una convocatoria tan abierta, en la cual podrían participar algunos que desconocen tan especializado tema. El objetivo inaplazable es realizar una reforma estructural a la Rama Judicial de modo que permita una justicia al día, pronta, cumplida y eficaz, anhelo de todos.

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