domingo, 13 de diciembre de 2009

Cambio de rumbo en guerra antidrogas

Andrés Oppenehimer

El Colombiano, Medellín

Diciembre 13 de 2009

Si me hubieran preguntado hace 10 años si Estados Unidos cambiaría alguna vez sus políticas antidrogas enfocadas en la intercepción de narcóticos, e incluso tal vez despenalizar el consumo de marihuana, hubiera respondido: "Nunca". En la actualidad, mi respuesta es "quizás".


A principios de esta semana, en una tácita admisión de que las políticas antidrogas vigentes no están funcionando, la Cámara de Representantes aprobó unánimemente un proyecto de ley para crear una comisión independiente que se encargaría de revisar si las políticas antidrogas estadounidenses en América Latina durante las últimas tres décadas producen resultados positivos.


La legislación irá ahora al Senado donde, según sus defensores, tiene buenas posibilidades de ser aprobada, dado el respaldo bipartidista en la Cámara. El panel de 10 miembros, que se creó según el modelo de la Comisión del 9/11 que hizo recomendaciones al Congreso y a la Casa Blanca tras los ataques terroristas del 2001, tendrá que entregar su informe en 12 meses.


Lo que resulta interesante sobre la planeada comisión independiente es que la idea no surgió de un defensor de la legalización. El patrocinador del proyecto de ley, el representante Eliot Engel (demócrata por Nueva York), se opone a la despenalización de las drogas para lo que no sea un uso médico, y es un político tan común como cualquier otro miembro del Congreso. Sin embargo, la frustración de Engel por los resultados de la guerra contra la droga es sintomática del escepticismo cada vez mayor de Washington acerca de las políticas antidrogas del país.


Desde 1980, EE.UU. ha gastado casi 14.000 millones de dólares tratando de detener el contrabando de drogas desde América Latina, dice el proyecto de ley. Aunque el consumo de drogas ha disminuido notablemente como una proporción de la población, todavía hay 25.7 millones de personas que fuman marihuana, 5.3 millones que consumen cocaína, y 453.000 que usan heroína.


Las políticas enfocadas en la prohibición del consumo de drogas no han cambiado el estatus de América Latina como el mayor exportador mundial de cocaína y marihuana, y la violencia relacionada con la droga en la región no ha hecho más que aumentar. Sólo en México, 5.661 personas murieron el año pasado en incidentes violentos vinculados con la droga, más del doble que el total del año anterior.


Entre otras cosas, la comisión estudiará nuevamente los programas antidrogas como el Plan Colombia y la Iniciativa Mérida para México, Centroamérica y el Caribe.


Mi Opinión: Hay tres razones principales para esto: en primer lugar, el enfoque de Estados Unidos en "la guerra contra las drogas" de los años 90 ha sido sustituido por la guerra contra el terrorismo tras los sucesos del 11 de septiembre del 2001. En segundo lugar, la crisis económica del 2008 ha hecho que los legisladores revisen cómo se gastan los fondos del gobierno. Y en tercer lugar, la violencia generada por el narcotráfico en México ha causado una ansiedad creciente en los círculos de seguridad nacional de Estados Unidos.

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