jueves, 3 de diciembre de 2009

El miedo a la recentralización

Editorial

La Patria, Bogotá

Diciembre 3 de 2009



El proceso de descentralización del país que se inició en el gobierno de Belisario Betancur, hace cinco lustros, y que cobró fuerza con las elecciones populares de alcaldes, hace 21 años, y se potenció con la Constitución de 1991 está sufriendo un serio peligro debido a la amenaza recentralizadora, que culpa de todos los males fiscales a los malos manejos que se han dado en algunos municipios en todo el territorio.

Esta fue una de las principales conclusiones del Encuentro de Alcaldes que se realizó en Manizales la semana pasada y al que asistieron representantes de centenares de poblaciones del país, quienes al unísono reclamaron del Gobierno nacional no echar para atrás lo ganado en estos años en la consolidación de los municipios como personas jurídicas capaces de gobernarse y de planearse para el futuro.

Es evidente que el freno y retroceso, si se quiere, en el proceso descentralizador tiene mucho que ver el mal manejo de los recursos en cualquier cantidad de municipios, pero también lo es que esto se ha dado por la complicidad de los organismos de control que no han hecho lo debido y sólo llegan a extinguir la humareda y no a apagar el incendio. Lo perverso de esta situación es que municipios que sí han sabido aprovechar la descentralización para planear mejor su futuro y aprovechar su conocimiento endógeno son sacrificados en sus procesos por las medidas que tratan de castigar a los que no cumplen.

En la clausura de la actividad, el Ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, prefirió pasar rápidamente por encima de este punto y se centró de nuevo en los resultados de la seguridad, algo también importante, pues en la medida en que muchas regiones ganan en tranquilidad y paz, mayores inversiones y mejor destino pueden hacer de sus recursos, sin presiones de los actores del conflicto. No obstante es necesario que esta cartera hable claramente de cuál es su plan en el ordenamiento territorial del país, luego de los fracasados intentos de sacar una ley en tal sentido, durante estos 18 años desde cuando la Constitución delegó la obligación a una ley para hacerlo, con lo que es imposible avanzar.

La cumbre de alcaldes, que se promovió como un encuentro por la innovación, dejó el sinsabor de que no asistieron todos los mandatarios que se esperaba, sino más representantes, además de que no tuvo la difusión deseada y más bien lo que más reacción informativa concitó, posterior al evento, fue la aprobación del Acuerdo en Medellín que le da carta blanca al Alcalde, Alonso Salazar, para que se aparte de la Federación Colombiana de Municipios, como también lo están haciendo otras ciudades, ante ciertos descalabros como la intención de apoderarse de los recursos que requieren los entes municipales.

Es hora pues de que este organismo que se creó con el fin de trabajar por los municipios recuerde este fin y no que piense en cómo engordar un monstruo difícil de detener. Debe hacerse una reflexión, pues no vale la minimización que de este tema hace el Director Ejecutivo del organismo, pues quienes se están retirando son las principales ciudades, con lo cual empieza a perder peso específico la representación que históricamente ha ostentado esta agremiación.

A pesar de que la cumbre de alcaldes dejó estas reflexiones, el evento por lo menos puso sobre la mesa la necesidad de que los municipios echen mano de experiencias exitosas que encontraron en los diferentes proyectos que mostraron los participantes en Expoinnovación 2009. Quizá esta es una manera de ser menos dependientes de la amenaza recentralizadora que está dejando maniatados a los gobernantes municipales.

No hay comentarios: