miércoles, 2 de diciembre de 2009

"La patria por encima de los partidos"

Ramiro Andrade Terán

El País, Cali

Diciembre 01 de 2009

Crece la avalancha de insultos de Chávez al presidente Uribe y otras personalidades. Y su agresiva actitud contra nuestro país se ha convertido en una provocación permanente. “Hay que prepararse para la guerra”, repite el Mandatario vecino. Ese clima de hostilidad ha creado una peligrosa tensión y el abandono de cualquier diálogo. Como ocurrió con el foro de Unasur, al que Colombia no asistió, cansada de recibir insultos. Hasta el momento, el Gobierno ha preferido guardar silencio frente al desaforado Chávez. A quien le están llegando las armas compradas en Rusia y otras naciones con los dólares de las ventas del petróleo venezolano que fluye -inagotable- para sostener la carrera armamentista en que está comprometido.

Surge la pregunta obvia: ¿pasará el venezolano de la retórica a la acción armada? Su mayor irritación radica en la autorización que Colombia dio a Estados Unidos para el uso de sus bases aéreas. Eso permite a los estadounidenses un control de primer nivel con Venezuela, en el caso de la guerra que predica Chávez y facilita operaciones aéreas de gran poder ofensivo. Eso lo sabe bien el vecino, que considera la decisión colombiana como una agresión. Chávez desconoce el derecho de cualquier nación a la legítima defensa. Nuestro país no puede quedarse mirando para San Felipe mientras él aumenta sus amenazas y se convierte en un Rey Midas de las armas y consolida el bloque con sus aliados para extender su poder.

Colombia está en el ojo del huracán de ese litigio, que crece a velocidades alarmantes y ha tomado un sesgo en extremo delicado. El Gobierno Nacional anunció que el acuerdo para uso de las bases es irreversible y eso aumentó la temperatura del asunto.

Es muy desconsolador el panorama de América del Sur. El Grupo Andino va camino a desintegrarse por las amenazas de Chávez. Colombia no irá a Unasur para recibir más insultos del ocupante de Miraflores. Chile y Perú revivieron su viejo pleito marítimo. Seguimos aguantando el chaparrón de improperios, sin protesta alguna de quienes son -¿o eran?- nuestros amigos.

Hay que producir un gran movimiento de unidad nacional -sin distingos o intenciones políticas- en torno al presidente Uribe, para que afronte lo que venga de la comparsa chavista. Unidad para defender nuestro país. Nada de politiquería: “La patria por encima de los partidos”, como lo pedía Uribe. Escritas estas líneas, Brasil y Perú, en Unasur, se mostraron satisfechos con las garantías de Colombia sobre el uso de las polémicas bases.

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