viernes, 29 de enero de 2010

Cambio climático y la agricultura

Juan José Perfetti

El Colombiano, Medellín

Enero 29 de 2010

Aunque regularmente los primeros meses del año se caracterizan por la poca precipitación en la mayoría de regiones del país, en este año, que apenas comienza, se observan, con la presencia del Fenómeno de El Niño y las cada vez más claras manifestaciones del cambio climático, signos de una mayor agudización.


En el momento hay un conjunto importante de municipios en varias regiones del país cuyos acueductos ya acusan problemas con el suministro de agua. Igualmente, los caudales de muchos ríos y quebradas muestran una importante reducción.


Lo anterior constituye una muestra más de que el país no ha asimilado aún la gravedad que el cambio climático representa para la vida corriente de sus ciudadanos, pues el hecho de que tan sólo comenzando la temporada de verano ya se presenten situaciones tan graves de abastecimiento de agua para el consumo humano, indica que ni las respectivas autoridades ni las propias comunidades han adoptado medidas de prevención y de manejo de las cuencas y de las aguas.


El sector agropecuario se caracteriza por hacer, en sus procesos productivos, un uso intensivo de agua y, por lo tanto, situaciones como las que se están viviendo con el clima en el país tienen efectos dañinos sobre la producción del sector. Adicionalmente, la agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático.

Las altas temperaturas reducen las productividades y crean condiciones para la proliferación de ciertas plagas, al tiempo que el cambio en los patrones de las lluvias afecta los volúmenes y los flujos de producción.

En estos últimos días se han reportado en Colombia pérdidas y daños en varios productos agropecuarios por efecto de la situación climática. Muy seguramente, de mantenerse las previsiones que se tienen para los próximos meses, las pérdidas y reducciones en la oferta de alimentos se harán mayores, con las previsibles consecuencias en el abastecimiento y los precios de los alimentos.


A finales del año 2009, el IFPRI publicó un documento acerca del impacto y los costos que el cambio climático tiene sobre la agricultura.


El estudio
Climate Change: Impact on agricultura and costs of adaptation fue realizado por un grupo de 14 profesionales del Instituto y presenta, a partir del modelaje del comportamiento de las cosechas en condiciones de cambio en el clima y de un detallado modelo sobre la agricultura global y para dos escenarios climáticos que simulan el comportamiento del clima en el futuro, los principales efectos sobre la producción agrícola y la seguridad alimentaria y estima los costos en que se deberá incurrir para evitar tales situaciones.

En general, el estudio concluye que la agricultura y el bienestar de la población humana se verán negativamente afectados por el cambio climático.


Entre los más importantes efectos están la disminución de las producciones de las principales cosechas en los países en desarrollo; el aumento de los precios de bienes básicos para la alimentación mundial como el arroz, el trigo, el maíz y la soya; la disponibilidad de calorías en 2050 en los países en desarrollo estará por debajo de la correspondiente al año 2000; y la malnutrición infantil aumentará en un 20%.


Entre las medidas que propone el IFPRI para evitar ese estado de cosas están el aumento de las inversiones públicas en el sector agropecuario, el fortalecimiento de los sistemas nacionales de investigación y extensión agrícolas, el fortalecimiento de los sistemas de información sobre el cambio climático y la vinculación activa de las comunidades rurales en la problemática y en la definición de estrategias.

Como se ve, la situación que hoy vive el país muy probablemente se agravará con el paso del tiempo, lo que llama a una intervención decidida y pronta de las autoridades para evitar mayores daños.

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