viernes, 29 de enero de 2010

El libro de Juan Manuel Santos

Álvaro Valencia Tovar

El Tiempo, Bogotá

Enero 29 de 2010

El carácter de Ministro de Defensa del autor durante un período decisivo de nuestra historia da al libro de Juan Manuel Santos, Jaque al terrorismo, el doble contexto de admirable relato histórico y testimonio protagónico de los episodios que, en estilo claro, ameno, diserto constituye lectura apasionante. La política de Seguridad Democrática del presidente Álvaro Uribe Vélez encuentra en quien fuera ministro estrella de su gabinete a un ejecutor brillante, luego historiador documentado y veraz del desarrollo militar exitoso de la misma.


En un conflicto interno prolongado, la opinión pública se aletarga y los gobiernos, con frecuencia presionados por la impaciencia de quienes no le ven fin al conflicto, se deslumbran con la ilusión de una paz negociada, que la propia subversión define como simple etapa de la lucha armada por el poder. Cuando la ilusión es atropellada por la realidad, se va instalando en el sentir nacional una doble sensación: la guerrilla es invencible y las fuerzas armadas del Estado resultan impotentes ante su exitoso empleo de oscuridad, terreno y apoyo obligado de una población rural indefensa.


La política de Seguridad Democrática rompió ese esquema con la acción integral que ataca simultánea y coordinadamente los diversos ingredientes de la guerra revolucionaria, mediante el esfuerzo combinado político y militar, a la vez que ganando el apoyo de la población rural con los cooperantes y los "soldados de mi pueblo". En un estrecho acuerdo intelectual con el Presidente y el alto mando militar se logró por fin la fusión de política y estrategia bajo la unidad de mando del Jefe de Estado y de las Fuerzas Armadas de la nación. Los éxitos alcanzados desde entonces, y estupendamente narrados por Juan Manuel Santos en su libro, demuestran que ni la guerrilla es invencible ni las Fuerzas Armadas resultan impotentes si se aplican con el criterio de acción integral.


La articulación que el Ministerio de Defensa está llamado a realizar entre el Presidente de la República y el alto mando militar, personificado en nuestro país por el Comandante General de las Fuerzas, se logra en forma notable como puede deducirse del texto del libro y de los resultados alcanzados. El Jefe del Gobierno toma o aprueba las grandes decisiones como en las operaciones 'Fénix' y 'Jaque' -eliminación del segundo cabecilla de las Farc y liberación de Íngrid, los tres norteamericanos y once militares secuestrados por las Farc, con captura de los dos cabecillas del frente encargado de su vigilancia- que envolvían riesgos calculados y serias implicaciones internacionales, y el Presidente tomó sin vacilar, demostraron tanto la confianza del presidente Uribe en la capacidad de su instrumento militar, como el acuerdo intelectual de que ya se habló.


La acción integral resultante de lo anterior es destacada por el autor del libro como uno de los elementos vitales del éxito. Así lo reconoce al agradecer "a los comandantes y oficiales que participaron en las operaciones" su colaboración leal y alta eficiencia, que reitera a lo largo de la obra al narrar en detalle esas operaciones y señalar con orgullo la formación castrense adquirida durante dos años en la Escuela Naval, de alta importancia en el manejo de situaciones complejas.


La ilación episódica de la obra es admirable. En sucesión cronológica muy bien lograda, los actos de guerra se van desarrollando con claridad absoluta que permite al lector la configuración mental de los dos años de lucha bajo su dirección, coordinada con el alto mando militar en absoluto respeto de las respectivas esferas funcionales. Esta sucesión coherente y organizada tan solo se interrumpe momentáneamente por pausas de análisis o precisión de tesis deducidas de las mismas acciones, como en el caso de la Inteligencia Militar, base insustituible del planeamiento táctico y operacional. En suma: un estupendo libro y un autor con talla de estadista.

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