Rodrigo Botero Montoya
El Colombiano, Medellín
Febrero 4 de 2010
El año 2010 se inicia con una tasa de desempleo de dos dígitos y altas tasas de subempleo e informalidad, las cuales afectan en forma desproporcionada a los jóvenes y a la población con bajos niveles de educación. Modificar esta situación requiere privilegiar la generación de empleo formal dentro de las políticas públicas. La búsqueda de fórmulas para mejorar el sistema laboral debería hacer parte esencial de las campañas presidenciales que se inician.
En 1934, durante la Gran Depresión, Franklin Roosevelt afirmaba: 'Por rico que sea, ningún país puede darse el lujo de desperdiciar sus recursos humanos. La desmoralización causada por el desempleo masivo es nuestra mayor extravagancia.'
Este enfoque tiene particular relevancia para un país como Colombia.
Un poeta tiene licencia literaria para exclamar 'Salvo mi corazón, todo está bien.' Una nación semi-industrializada no dispone de licencia poética para considerar que la economía marcha bien, si el mercado laboral está funcionando en forma defectuosa.
Durante un encuentro con dirigentes empresariales en Medellín a finales del año pasado, el exministro de Economía de la Argentina, Domingo Cavallo, hizo referencia al problema del desempleo y la informalidad en Colombia. Recomendó mantener las contribuciones a las entidades que se benefician de los recargos parafiscales a la nómina, financiando esas transferencias con los recursos fiscales que ahora se destinan a promover la inversión. Habida cuenta de la acogida favorable que tuvo esa sugerencia, surgió la idea de formalizar la recomendación y hacer un estimativo de su eventual incidencia fiscal. Ése es el origen de la iniciativa que se describe a continuación.
Se ha empezado a distribuir a centros de investigación, entidades gremiales y personas interesadas en las políticas públicas, el documento titulado Incentivos al Empleo Formal: Una Propuesta, por Rodrigo Botero y Domingo Cavallo. El texto respectivo puede consultarse en los siguientes sitios de Internet: www.fedesarrollo.org.co, http://economia.uniandes.edu.co/facultad/eventos_y_noticias/destacados
El documento parte de la base que la creación de empleo formal es el principal desafío de la política económica en Colombia. Partiendo de esa premisa, se propone convertir la generación masiva de empleo formal en el objetivo central de la política económica, más bien que en el sub-producto de otro objetivo. Ello implica reorientar los incentivos al sector empresarial de tal manera que los beneficios se destinen en forma más que proporcional a la creación de empleo formal.
La combinación de gravámenes que encarecen el trabajo y exenciones tributarias que abaratan el uso de capital crea una estructura de incentivos que distorsiona el costo relativo de los factores. Los agentes económicos responden a los incentivos que se les brindan.
Como afirma Douglass North: 'Si las instituciones premian la piratería, se invierte en piratería; si premian la productividad, se invierte en productividad.'
El planteamiento que se presenta es compatible con la recomendación formulada por la Comisión Independiente de Gasto Público de eliminar los impuestos al trabajo, pero con una variante que la haría más aceptable para las partes interesadas. Por lo tanto, se enmarca dentro de lo que podría denominarse la economía política de las reformas.
El propósito de la propuesta es contribuir a crear conciencia acerca de la necesidad imperiosa de modificar unas políticas públicas que tienden a estimular el uso intensivo de capital, al tiempo que se encarece la generación de empleo formal. En las circunstancias presentes, ésa no parece ser una estructura óptima de incentivos para la economía colombiana. La reducción de los actuales niveles de desempleo, subempleo e informalidad debe convertirse en un propósito nacional. El logro de ese objetivo constituiría un valioso aporte al bienestar social y a la legitimidad del sistema democrático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario