Editorial
El Colombiano, Medellín
Febrero 9 de 2010
Los resultados electorales de antier en Costa Rica no sólo dejaron como ganadora en primera vuelta a la candidata de la continuidad Laura Chinchilla Miranda, del Partido de Liberación Nacional (PLN) del actual presidente Óscar Arias, sino que confirmaron la madurez política de los ticos. La participación fue masiva, la jornada se desarrolló en completa normalidad y los otros dos candidatos reconocieron temprano la derrota en las urnas.
El triunfo de Chinchilla no es producto de endosos políticos, por más cercana que sea al Presidente Arias, sino producto de una formación académica envidiable y una claridad programática en sus planes de gobierno que los costarricenses valoraron mejor frente a los que ofrecían sus contendores. La eligieron por una amplia mayoría del 47 por ciento, escrutado el 95 por ciento de los votos.
Su victoria en las presidenciales, no obstante, la obligará a buscar alianzas con los demás partidos, pues el PLN no alcanzó las mayorías en el Congreso, donde además deberá enfrentar una dura oposición a uno de sus programas bandera: el libre comercio.
Pero si algo ha marcado la vida política de la nueva mandataria de Costa Rica es, precisamente, haber asumido posiciones firmes en relación con temas controversiales y fue ella, como Vicepresidenta, la que defendió la firma del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica con Estados Unidos, conocido como el Cafta.
De hecho, en los primeros asomos de lo que será su mandato, ayer invitó a todos los sectores políticos y sociales a liderar un gran proceso de internacionalización de Costa Rica y aseguró que su prioridad será adelantar negociaciones comerciales con la Unión Europea, China y Singapur.
Pese a ser un país pequeño, con poco más de 4,3 millones de habitantes, Costa Rica tiene el ingreso per cápita más alto de Centroamérica (11.600 dólares) y es el segundo mayor productor de banano, después de Ecuador. Está considerado como el país con la mayor concentración de biodiversidad del planeta y su desarrollo en piezas de tecnología para computadores lo ha puesto en la ruta de los grandes inversionistas americanos, chinos y europeos.
Colombia, que ayer recibió cálidos elogios de la Presidenta electa, pues sus padres fueron embajadores de Costa Rica en Bogotá, debe aprovechar las múltiples oportunidades de intercambio comercial, de inversión y de cooperación en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.
No es un secreto que la lucha sin cuartel contra las bandas criminales y los narcotraficantes que ha librado el Gobierno colombiano ha provocado un éxodo masivo hacia Centroamérica, y Costa Rica ha visto incrementar dramáticamente sus índices de violencia. Reconforta conocer que dentro de las grandes prioridades de Laura Chinchilla está la de combatir el narcotráfico y diseñar estrategias de lucha contra la violencia urbana, aprovechando la experiencia de Colombia.
Colombia, de paso, deberá aprovechar las experiencias exitosas que Costa Rica ha desarrollado en temas de turismo, tecnología y fabricación de equipos aplicados a la medicina de alta complejidad. Nuestros votos son para que nuestras relaciones con Costa Rica sigan gozando de buena salud.
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