Andrés Oppenheimer
El Colombiano, Medellín
Febrero 14 de 2010
Ahora que la candidata presidencial oficialista brasileña Dilma Roussef está subiendo en las encuestas, algunos de sus críticos más prominentes están levantando el fantasma de que el país más grande de Sudamérica se movería hacia la izquierda radical si ella ganara las elecciones de octubre.
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso, arquitecto de la recuperación económica de Brasil y una de las voces más respetadas de la oposición, está en esa tesitura. En una entrevista, Cardoso me dijo que Roussef es más "dogmática", más "autoritaria" y está más próxima a la izquierda radical venezolana que el presidente saliente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Roussef, economista y ex guerrillera, fue ministra de Energía de Lula y ha sido su jefa de gabinete desde 2005. En los últimos meses, Lula la ha exhibido al lado suyo inaugurando obras públicas en todo el país, con la esperanza de que su propio índice de popularidad del 80 por ciento y el crecimiento económico del 5 por ciento proyectado para el país este año ayuden a Roussef a ganar la presidencia.
Una encuesta reciente realizada por la empresa Sensus revela que el apoyo a Roussef ha subido a un 22 por ciento, y los encuestadores dicen que ese porcentaje seguirá aumentando a medida que su nombre gane reconocimiento. Su principal rival, el actual gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, tiene un 32 por ciento de apoyo. Aunque ambas candidaturas son un secreto a voces, ninguno de los dos la ha anunciado oficialmente.
¿Ganará Roussef?, le pregunté a Cardoso, quien apoya a Serra.
Cardoso: "Yo creo que va a tener dificultades. Va a subir en las encuestas porque el presidente Lula precipitó la campaña, y el partido opositor todavía no tiene siquiera definido un candidato. Entonces, ella va ganando un espacio en los medios de comunicación. Pero yo creo que al final, la gente cuando va a votar, va a querer mirar si la persona inspira confianza".
¿Y Roussef no inspira confianza?, pregunté.
Cardoso: "Dilma Roussef no tiene todavía ninguna experiencia de liderazgo. No ha sido líder de nada. No fue alcaldesa, no fue gobernadora, no ha sido nada. Fue una funcionaria. Es difícil que el pueblo deposite su confianza en manos de alguien que es un funcionario, no un líder".
-¿Sería un títere de Lula?- "No sé (...) No me animaría a decir eso, porque por sus características personales es una persona muy dura, muy autoritaria", dice Cardoso.
Mi opinión: La estrategia electoral de la oposición -por ahora enunciada por Cardoso, mientras Serra reserva sus municiones para más adelante en la campaña- será pintar a Roussef como una candidata improvisada, de ideas radicales. La estrategia del gobierno, a su vez, será pintar a Serra como un político tradicional que querrá revertir los avances sociales de Lula y será insensible a los pobres.
Lo más importante es que, tal como lo dijo Cardoso, Brasil tiene instituciones sólidas que le dificultarían a cualquier presidente destruir los avances económicos de los últimos quince años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario