La vida, un mayor compromiso

Editorial

El Colombiano, Medellín

Febrero 14 de 2010

Nadie puede desconocer que es noble el objetivo de la Comisión por la Vida de lograr una tregua entre bandas delincuenciales de Medellín. Evitar, así sea una sola muerte, es una acción y un gesto que merece ser reconocido. Pero dicho objetivo no puede tener la lectura de que surge de un fracaso de la acción de la Policía Nacional y de la Alcaldía en esta ciudad, como lo advierten el General Óscar Naranjo y el Coronel Luis Eduardo Martínez.

La lectura adecuada indica que las bandas están acorraladas y acosadas. Por eso, como bien lo dice el General Naranjo y lo vive a diario el Coronel Martínez, buscan un aire. Y ese aire no se les puede permitir. Ellas no califican para acogerse a la ley de Justicia y Paz. Además, son el mecanismo local para mantener vivo el narcotráfico en todos sus eslabones que operan dentro de Colombia. Su único camino, por lo tanto, es el sometimiento a la justicia. No es posible "volver a graduar a narcos de paramilitares", afirma el General Naranjo.

La Comisión por la Vida sabe esto, pero quizás creyó que era útil y viable juntar a los mandos medios de alias Valenciano y alias Sebastián en una sola cárcel para darle estabilidad a la tregua. Sin embargo, esto es imposible porque podría allanarles el camino para seguir delinquiendo. En un momento muy oportuno el Coronel Martínez puntualizó que alias Sebastián pertenecía, en la época de Pablo Escobar, al combo San Martín y era uno de sus principales sicarios; y que alias Valenciano es hijo del lugarteniente de alias Berna.

La reducción de muertes es la suma de varios esfuerzos, especialmente del Gobierno Nacional; del General Naranjo; del Alto Comisionado de Paz, Frank Pearl; del Alcalde Salazar y de la Policía Metropolitana. No empezó con el excelente Plan Cuadrantes, pero sí se afianzó con él. Algunas cifras del año pasado y comienzos de 2010 sirven para sustentar esta afirmación.

A la fecha han sido desmontados trece combos, ha habido extinción de dominio de más de 200 inmuebles que se dedicaban a la producción, venta y consumo de estupefacientes. Hoy están encarcelados más de 600 capturados por delitos de homicidio y narcotráfico, la mayoría de los cuales se acogió a sentencia anticipada. En 2009 se decomisaron más de 3000 armas, y en lo que va corrido del presente año las armas incautadas suman 360.

Pero la Policía no se limita a golpear sino que hace una labor pedagógica con la Alcaldía en los barrios más afectados por la violencia. Destacamos el trabajo con jóvenes entre 11 y 30 años de edad para que la vida sea su don más preciado. En mayo habrá la incorporación de mil auxiliares de la Policía que seguirán estudiando en colegios o en el SENA. Después, tendrán un sueldo por dos años para que se inscriban en un programa académico que les posibilite una inserción digna en el mundo laboral.

Es esencial la reforma de la Justicia, y en especial que se estudie y apruebe una Audiencia Nacional para control de legalidad y para que los delitos especiales sean recibidos en Bogotá por jueces totalmente protegidos e invisibles a las mafias regionales, como lo pide el General Naranjo.

Tanto Frank Pearl como el Coronel Martínez hacen un llamado al sector privado para que haya una mayor alianza con las autoridades para brindar oportunidades de vida digna a los jóvenes vulnerables. De nuevo, el Coronel Martínez pide que se trabaje mucho más por la formación en los centros educativos y por el fortalecimiento del núcleo familiar. La aspiración de los niños no puede seguir siendo ser jefes de bandas o capos. Los medios de comunicación no podemos seguir presentando seudo modelos en series televisadas como El Capo, Las muñecas de la mafiay Rosario Tijeras.

"Verifiquemos qué sacrificios ha hecho la sociedad para neutralizar el problema" en Medellín. Esta afirmación del General Óscar Naranjo tiene que ser analizada con seriedad por todos los medellinenses. Es un contundente llamado, casi que un grito desesperado por un mayor compromiso. Los esfuerzos hechos no son proporcionales a la gravedad de la situación. O actuamos pronta y eficazmente o tendremos un futuro negro que no se merecen los jóvenes y niños de hoy.