jueves, 18 de febrero de 2010

Las perspectivas económicas de Barranquilla

Editorial

El Heraldo, Barranquilla

Jueves 18 de Febrero de 2010

No fue casual que el diario El Espectador le dedicara el pasado 31 de diciembre una separata completa al puerto de Barranquilla. La ciudad, a pesar de sus problemas de inseguridad e institucionales, mantiene su voluntad de salir adelante, contando con el apoyo de los gobiernos Distrital y Departamental, en una alianza estratégica de los sectores público y privado, que en menos de dos años está mostrando excelentes resultados. Desde todas partes del país, empresarios y observadores se preguntan sobre la dinámica especial de la ciudad a pesar de la pasada recesión en el país, de la cual tratamos de salir todavía. Sin duda, su posicionamiento estratégico como puerto fluvial y marítimo al fin empieza a imponerse, ante las perspectivas de actuales y futuros procesos de integración. Con once concesiones portuarias y varias en progreso, la ciudad tiene la posibilidad de desarrollar 23 kilómetros de crecimiento portuario, una vez se consolide el canal de 40 pies de profundidad en la desembocadura. Con razón, el Comité Regional de Competitividad del Atlántico definió la plataforma logística como clave para su desarrollo estratégico, vinculándola lógicamente a actividades industriales y agroindustriales. ProBarranquilla anuncia la instalación de 62 nuevas compañías y la ampliación de otras, con una inversión de 293 millones de dólares y más de 5.000 empleos. El Transmetro parece ser ya una realidad, introduciéndole la modernidad a la ciudad en materia de movilidad. Cuando se examinan las cifras del desempleo, desde el 2001 se observa una tendencia en general decreciente con oscilaciones estacionales, pero que han colocado a la ciudad en el tercer lugar en materia de menor desempleo en el país. Paralelamente, la ciudad ha ido mejorando su stock en materia de recreación, restaurantes, universidades e instituciones de salud. Nuevas zonas francas se anuncian y el optimismo se respira por todos lados. En realidad, hay razones de peso, a pesar de nuestras dificultades.

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