miércoles, 17 de febrero de 2010

Propuestas de Nueva York

Elizabeth Mora Mass

El Tiempo, Bogotá

Febrero 17 de 2010

Nueva York. Importantes líderes e investigadores sociales del área metropolitana de Nueva York proponen la creación de una secretaría para los colombianos del exterior, ampliar el número de congresistas, buscar el diálogo para unir la diáspora y luchar por un estatuto del inmigrante, habida cuenta de que el Gobierno de Colombia ignora las necesidades de la diáspora y la elección de congresista por el exterior se ha convertido en una guerra sucia, en la cual personas radicadas en Colombia y en el exterior -algunas de ellas pagadas por las Farc, según afirman en Nueva York- están buscando el protagonismo a través de candidatos títeres y, de paso, están difamando a importantes dirigentes y candidatos.


"Yo pienso que lo primero que debemos hacer es buscar la creación de una secretaría o subsecretaría que dependa directamente de la Presidencia, para que trate los problemas de los colombianos del exterior, los cuales son cada día más complejos y, debido al gran número de nacionales que vivimos en otros países, es imposible para los consulados hacer el trabajo que se necesita, sobre todo cuando vamos de regreso. Además, debemos buscar la ampliación del número de congresistas, porque después de ocho años nos hemos dado cuenta de que con un solo congresista no hacemos nada", afirmó el empresario Zoilo Nieto.


Y añadió: "Sin embargo, creo que la secretaría o subsecretaría debe tener puntos básicos en su estructura, como son: ser dirigida por personal capaz, que lleve por lo menos 20 años viviendo en el sitio elegido para ser la sede de su trabajo, que hablen el idioma y que tengan un diploma de una universidad local. Nada nos ganamos con tener una subsecretaría en Nueva York, o en Miami, o en Madrid, si el Ministerio de Relaciones Exteriores nos envía un par de muchachitos hijos de políticos para que estudien aquí, amplíen los negocios de la familia y, a los tres o cuatro años, se salgan a poner su propio negocio para explotar las necesidades de la diáspora. Y debemos exigirles a los aspirantes que muestren la declaración de renta. Aquí no somos comunistas, pero sí nos gusta la gente honesta".


La idea de ampliar el número de congresistas es compartida por la mayoría de los miembros de la diáspora. "En los diferentes foros y blogs en los que participo, vemos la importancia de ampliar el número de congresistas porque las necesidades de la diáspora varían de acuerdo con el sitio donde vivimos. Las necesidades de la gente de Estados Unidos, por ejemplo, son muy distintas de las que padecen los colombianos de Francia o España o Venezuela. Deberíamos exigir siquiera cinco congresistas del exterior", expresó John Moreno, el joven presidente de la organización Juventud Latina por la Educación de Nueva York, un movimiento que busca mejorar el ingreso de jóvenes hispanos a la universidad.


De acuerdo con Luis Mejía, Ph. D. en sociología, "hay temas de los que nunca se ha hablado, como son el impacto que el desempleo en Estados Unidos tendrá en las remesas a Colombia y la posibilidad de que se establezca un flujo de remesas en vía contraria, de Colombia a Estados Unidos, en la medida en que los colombianos residentes aquí necesiten liquidar sus inversiones o reclamar préstamos hechos en Colombia para poder subsistir.

Tampoco hemos hablado en forma oficial con el Gobierno de Colombia sobre la situación de los indocumentados, en especial de los jóvenes indocumentados que llegaron niños y que viven en un limbo legal que les impide seguir una educación superior. Además, el Gobierno colombiano está en mora de tener un estatuto del inmigrante".


Por otro lado, la Política Integral Migratoria, en estudio por la administración Uribe, se queda corta en cuanto a las necesidades del exterior. Por tal motivo, se necesita el Estatuto del emigrante. Aunque ya hay un proyecto en el Congreso de Colombia, falta que el Ejecutivo y el Legislativo se pongan de acuerdo para convertirlo en ley.


Según el activista Jesús Ramírez, "la creación de un estatuto del inmigrante pondría fin a todos los riesgos que corren los colombianos que regresan. Todos los días tenemos ejemplo de la forma en que son explotados, en ocasiones por su misma familia y/o funcionarios avivatos que les quitan el dinero que consiguieron en forma legítima".


Otro punto muy importante es buscar la unión de la diáspora. "Nosotros tenemos muy claro quiénes son los líderes que no dejan trabajar. Sería bueno hacer una reunión con aquellos que quieran trabajar para hacer propuestas serias al Gobierno de Colombia y al congresista por el exterior", dijo un líder de Nueva Jersey que solicitó el anonimato.


En el exterior, vivirían entre 3,5 y seis millones de colombianos, de acuerdo con la fuente que se consulte. En marzo se elige el nuevo congresista por el exterior en Colombia.

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