lunes, 15 de febrero de 2010

Transfuguismo, voltearepismo... o versatilidad

Enoris Restrepo de Martínez

El Colombiano, Medellín

Febrero 15 de 2010

Reconozco que para ser un buen político es necesario saber adaptarse a los cambios que se den dentro de los partidos o del balance proveniente de las urnas. Pero hay personajes que giran y giran: el enemigo de antes, es hoy el amigo y viceversa. Pero en tiempos electorales las lealtades políticas son para buscar con la linterna de Diógenes.


A pesar de que muchas personas siguen criticando el transfuguismo (desde cuando se legalizó la posibilidad de cambiar de partido sin perder la investidura) esta modalidad de hacer política ha subido de categoría: hoy es versatilidad. Ahora, apoyados en campañas difamatorias de los contendores (directas o atacando a los seguidores de los opositores), también se obtiene la anhelada notoriedad.


Entre los desertores figuran personas de todos los partidos: Cambio Radical, Liberal, Conservador, Equipo Colombia, Partido de la U, Convergencia Liberal, etc. Además de sus diversos currículos -debido a sus estudios o a puestos ganados por sus diferentes apoyos- hay que aceptar que tienen mucho olfato político. Figurar, competir y escandalizar tienen réditos electorales y por supuesto, personales. Aunque con frecuencia advierten que sólo buscan servir y que ¡No actúan por vanidad!


A muchos de los viejos Sanín -gente muy inteligente- los oí mencionar con mucho afecto desde niña. Reconozco que Noemí Sanín pertenece a un grupo familiar importante (admiro mucho a Álvaro, su hermano) y confieso que ella es una mujer inteligente, bonita, con buena experiencia económica y política. No obstante creo que las características de ella -cualidades o defectos, de acuerdo con el lente con que se la mire- la catalogan como ejemplo de transfuguismo político. Fue ministra en distintas carteras de casi todos los ex presidentes vivos. Trabajó con dedicación por la secretaría de la OEA para César Gaviria. Fue candidata a la presidencia frente a Pastrana y después fue su ministra. En 2002 compitió frente a Uribe y también le colaboró como embajadora. Lució las banderas del Partido conservador durante muchos años, después se separó y fundó el partido Sí Colombia y ahora regresó a la casa azul.


De otra parte, el retorno de Andrés Pastrana a la política está lleno de interrogantes. ¿Su favoritismo por Sanín refleja su afán de reconocimiento público? ¿Quiere demostrarle a Uribe su fuerza y de paso cobrarle algo?

Pero el cambio que más extrañaría la opinión pública sería el de Gina Parody. ¿Será posible que acepte la invitación del Polo para unirse a sus filas? Por algo la llamada al convite. En fin, nadie sabe cuántas más personas entrarán al vaivén electoral. Además, desprestigiar es pasatiempo nacional.


Cotidianidades. -RCN-TV está lejos de la objetividad que pregonan. Parecen en plan de fusilar a los uribistas cuando los interrogan. Se parecen a ciertos periodistas de El Espectador y de Semana.


-Me gusta que suban los impuestos a los licores y la cerveza. Con ello se evita el alcoholismo y mucha insensatez. En los países desarrollados son altísimos.

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