América Latina en el 2009

Por Nicolás de Zubiría Gómez 

El Mundo, Medellín

Marzo 27 de 2009

En general, en América Latina los políticos son o “pragmáticos” o “populistas” y lo que se trata de hacer en algunos gobiernos es librarse de los “populistas” para que no sigan tratando de “infectar” a los “pragmáticos”. 

Después de cinco años, las economías en América Latina promediaron un crecimiento de 5% anual, con generalmente baja inflación. Hoy día los países encaran un severo test a su recién lograda resistencia en el 2009.

Los consumos están en baja en los países ricos, lo cual reduce las exportaciones y los precios de las materias primas, a más que el financiamiento será más difícil de conseguir. 

Los países con exportaciones diversificadas están en mejor posición para aguantar el chaparrón, lo que no es el caso de Argentina y Venezuela, que no han aprovechado sus ingresos extraordinarios y además han desperdiciado la empresa privada. Políticamente, tiempos más duros vendrán, lo cual coincidirá y contribuirá, al principio de una tentativa de alejarse de la izquierda. 

Las dos economías más grandes, Brasil y México, están marchando, pero a Brasil le está yendo mejor que a México. Los bajos precios de las materias primas están reduciendo las ganancias de Brasil y podrían causar una depresión real, pero la diversidad de sus mercados de exportación y el vigor de su consumo doméstico mantendrán que su producto interno bruto no baje de un promedio de 3%. 

La entrevera (interwining) de la economía mexicana con las manufacturas norteamericanas recortará la economía mexicana a menos del 3%. Esto conllevará un aumento de las tensiones sociales, porque además los más duros en las aduanas indican que se volverá tal vez más difícil cruzar a los Estados Unidos, y por tanto los empleos serán más difíciles de conseguir. De modo que no se contará más con la válvula de seguridad que hasta hoy aprovechaban los mexicanos y por tanto se bloqueará el flujo de comercio. La reducción de actividad llega en un mal momento, ya que en julio próximo habrá unas elecciones intermedias, y el partido conservador del presidente Felipe Calderón no parece ganar la mayoría que él necesita desesperadamente en el congreso mexicano. 

La recuperación vigorosa en Argentina de su colapso financiero de 2001-2002 se acabará en 2009, a medida que los precios de materias primas bajan. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pagará un precio político por su fracaso, y el de su marido y predecesor Néstor Kirchner, al no poder persuadir a los inversionistas para que los capitalistas se convenzan que Argentina es un lugar seguro para trabajar. Parece que los Kirchner perderán en las próximas elecciones legítimas de 2010. 

En Venezuela, el caso de Hugo Chávez aparece más claro. El alto costo del petróleo el año pasado ha pagado por muchas importaciones y gasto público, tapando las crecientes ineficiencias de la economía cada vez más manejada por el Estado. Chávez ha guardado US$15 billones en varios fondos de desarrollo y además tiene reservas en un nivel de US$30 billones. Pero los dólares petroleros se han vuelto menos abundantes, y habrá que poner un control a las importaciones y será inevitable una devaluación de la moneda. 

La más comentada elección latinoamericana en 2009 será en Chile, donde la coalición de centro izquierda ha gobernado a Chile y parece estar perdiendo impulso. Se destacan dos líderes para las presidenciales: Ricardo Lagos del partido socialista y José Miguel Insulza, quien hoy es secretario general de la OEA. Me faltó espacio para comentar los otros importantes países: Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Se elogia en el artículo a Álvaro Uribe. 

El país que va creciendo más rápidamente es Perú, que se distingue por su estrategia en el libre comercio y que no se ha dejado convencer por la “plaga” socialista que ha inundado un grupo de países que están patinando en la verdadera democracia.