martes, 31 de marzo de 2009

Una necesidad social

Editorial

El Colombiano, Medellín

Marzo 31 de 2009

La construcción de vivienda de interés social no solo es una respuesta adecuada a la crisis. Los déficit crecientes muestran que ha sido un problema desatendido. En esta coyuntura, hacer vivienda para estratos bajos, activa la economía y soluciona un problema social.

La vivienda de interés social (VIS) aparece como gran protagonista solo en dos ocasiones: en cada situación de crisis y en cada campaña electoral, cuando se hacen las promesas de rigor que tienen que estar en el menú obligado de todo programa de candidato a presidencia, alcaldía o gobernación.

Eso precisamente acaba de ocurrir con ocasión del conocimiento de la cifra de crecimiento negativo en el último trimestre del año pasado. Nuevamente el anuncio es que se hará un énfasis especial en la construcción de vivienda de interés social.

La VIS tiene varias restricciones que deben resolverse. La primera es la disponibilidad real de tierras. La segunda es que, existiendo la tierra, los Planes de Ordenamiento Territorial definan los usos que permitan desarrollar vivienda con este propósito. Tercero, que sean soluciones adecuadas para las necesidades de la gente y tengan dotación de servicios públicos, incluido el transporte, y, finalmente, que se logre estructurar proyectos atractivos y viables para la participación de las firmas privadas de construcción.

Resolver el conjunto de requerimientos necesita entre seis y dieciocho meses. Una eternidad si de lo que se trata es de reactivar la demanda de insumos de la construcción y del empleo directo e indirecto que genera el sector. Si una ciudad tiene un camino recorrido en esta dirección, puede acelerar el proceso y sacarles partido a los recursos que el Gobierno destinará para este propósito.

Medellín debe ser la primera en beneficiarse con esta iniciativa. El déficit efectivo de viviendas, según el censo de 2005, es de 41.000 unidades. El número de viviendas que necesitan reformas o mejoras es de 40.000 más. En el Plan de Desarrollo se dispuso construir 15.000 en este cuatrienio, cifra que supera varias veces lo alcanzado por las dos últimas administraciones sumadas. Los planes actuales solo resolverían poco más de la tercera parte del déficit. Luego, hay posibilidad de ser más ambiciosos.

Dado el avance que ha tenido la estrategia de vivienda, que incluyó la creación de un instituto encargado del tema, estaría dentro de lo posible acelerar los procesos de ejecución y ampliar las metas con los recursos del Gobierno central. En esta coyuntura se requiere de la mayor celeridad para la puesta en marcha de estos planes y así tener un efecto positivo sobre el empleo. Los niveles de desocupación de los segmentos más pobres de la población ya superan el 50 por ciento.

Las cifras del déficit de vivienda en el Valle de Aburrá son mayores y los programas de las demás administraciones municipales son menos ambiciosos. Este es un problema metropolitano y si no se planea y resuelve integralmente, lo que terminará ocurriendo es un reasentamiento que concentre más población en Medellín. Con la situación social de la ciudad, hacer vivienda para estratos bajos resuelve el problema habitacional, reactiva la economía y genera empleo. Lo importante es pasar del dicho al techo.

 

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