decepciones y verdades

Por Raúl E. Tamayo Gaviria

El Colombiano, Medellín

Marzo 28 de 2009

Hace algunos meses me encontraba en la finca de Baldomero Echeverri, por El Tablazo de Rionegro, en agradable tertulia después de un viaje que realizamos juntos. Con la familia de Baldomero comentábamos los artículos de prensa en El Colombiano y llegamos al de Ernesto Ochoa Moreno. Un ingeniero, cuñado del dueño de la casa comentó:

-Yo a ese señor no lo leo, porque no dice lo que él piensa, sino que nos cuenta lo que dice un curita, tío suyo, que unas veces lo regaña y otras lo pone a leer versos de san Juan del Cruz.

No pude contener una carcajada por el pensamiento de este amigo que resultó ser alumno del ministro Andrés Uriel Gallego. Con calma les expliqué a los contertulios que Ernesto y el padre Nicanor son la misma persona y que esa es la forma de mostrar, con mucha humildad, los enormes conocimientos que tiene este periodista, filósofo y teólogo. Hasta Mariengracia entra en trío. En reciente columna decía Ernesto por boca de su tío Nicanor, que "debemos agradecer la decepción y el desengaño, porque nos llevan a la verdad". Que en Colombia debemos: "Destapar mentiras. Dejar al descubierto engaños y errores".

Pues les confieso que yo estoy decepcionado y desengañado por los resultados que nos ha mostrado la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema de Justicia. Ojalá que esta sea la fórmula para encontrar la verdad, según mi vecino de página.

Esta semana decía el ex ministro Fernando Londoño Hoyos en su programa La Hora de la Verdad, que no se explicaba la diligencia y celeridad con que la Fiscalía acometió la investigación contra el DAS, por las acusaciones de un "anónimo", pues fue un encapuchado el que denunció a la revista Semana lo de los teléfonos "chuzados" por la institución de investigaciones del Estado y en cambio no han iniciado, o por lo menos no lo han dicho, la investigación sobre las graves acusaciones que ha hecho a la misma Fiscalía el guerrillero preso, Olivo Saldaña, ahora nombrado por el Gobierno como Gestor de Paz. Según el ex ministro Londoño, ni Semana, ni su anónimo denunciante presentaron pruebas, ni denuncias concretas ante entidad competente sobre las interceptaciones a teléfonos, en cambio Olivo Saldaña sí presentó, hace año y medio, denuncias graves como que un guerrillero Raúl Rojas, es compadre del precandidato liberal, Alfonso Gómez Méndez y que la hija de Rojas trabaja en un alto cargo en la Fiscalía General de la Nación.

Dijo también, Olivo Saldaña, que Guillermo Alfonso Jaramillo, ex gobernador del Tolima y segundo renglón del senador del Polo Jorge Robledo, firmó un compromiso con las Farc de convertir al Tolima en un Observatorio de Paz. Agregó Saldaña en su denuncia, que Ovidio Espinosa fue secretario de Educación del Tolima, y nombró a varios guerrilleros activos de las Farc, como maestros en municipios tolimenses. Las declaraciones de Saldaña fueron transmitidas por La Hora de la Verdad y me fueron enviadas por internet.

Que se sepa, nada ha hecho la Fiscalía con estas denuncias. En cambio una magistrada de la Corte Suprema pidió a la Fiscalía investigar al ministro del Interior y Justicia, por un supuesto pacto con las Farc que Fabio Valencia habría firmado en la administración Pastrana, algo que ya fue desmentido por el asesor de paz de ese entonces Camilo Gómez Alzate. Refresca que la Fiscalía haya decidido reabrir la investigación por falsa denuncia, injuria y calumnia contra el padre Javier Giraldo y Elkin Ramírez por los sucesos de San José de Apartadó.

ÑAPA. ¿Qué han hecho la Fiscalía o la Corte con las denuncias que se presentaron contra Piedad Córdoba por el contenido de los computadores de Raúl Reyes? ¿Qué pasó con el sindicalista que detuvieron en flagrancia en un ataque guerrillero?