martes, 31 de marzo de 2009

La coartada antipartidista

Por Orlando Arenas Tamayo

El Mundo, Medellín

Marzo 31 de 2009

Nunca he podido tragarme el cuentecito del señor Sergio Fajardo en materia política por considerarlo gaseoso, probablemente original, lo que no es garantía de bondad y muy por el contrario, peligroso para la salud de una verdadera democracia que no puede cifrar sus propuestas de futuro sobre las actitudes antipartidistas o antipolíticas que exhiben estos “yupis”, hijos de papi que pueden darse el lujo de deslegitimar los partidos para legitimarse en sus intenciones de acceder al poder. Obviamente no se requieren partidos sino para que otorguen los avales, luego de lo cual serán aniquilados sin clemencia de ninguna naturaleza, pues ya no serán necesarios y por el contrario, estorban en las pretensiones de gobernar sin contrapesos, combatiendo la corrupción en los demás, pero cargando la propia y eso sí, alegando estar enfrentando la podredumbre de los viudos del poder.

Para sus propósitos cuentan con la suicida complicidad de los partidos, debatiéndose en divisiones estériles y recibiendo alborozados las adhesiones de estos “prohombres” que los desprecian profundamente. Así nuestras organizaciones políticas, olvidando sus idearios seculares, les dan la espalda a sus líderes para acoger a los peregrinos ideológicos, irreverentes, que reclutan a los jóvenes en la política y los inducen a militar en las toldas del antipartidismo. 

El gasto publicitario de la administración Fajardo era escandaloso y servía para construir un paradigma que hoy se exhibe como el hombre providencial para la gobernabilidad sin corrupción y corruptos. Ojalá dieran a conocer la cifra de tales gastos para que cayeran algunos mitos. Nunca quedó clara la negociación de Orbitel y cuando la Contraloría de Medellín señaló irregularidades, entonces pidieron que la investigación la asumiera la General de la República. El sindicado determinando el juez y nadie dijo nada. Luego de su alcaldía apareció pagado por el grupo “Prisa” de España en Caracol Radio, ganando un jugoso sueldo para prepararlo en las futuras tareas de servir los intereses de este inmenso oligopolio español. Y el procedimiento para cautivar ingenuos es muy simple: hágase pasar como un hombre sencillo, échele la culpa de todos los males de este país a los políticos, despotrique de los partidos, móntese en los buses a hacerse propaganda con una botella de agua o una bebida ligh, use blue jeans y lleve unos volantes con frases efectistas y una imagen fresca y frívola del candidato o haga un reporte en el que se destaque el “nada qué ver” con la política pero pidiendo el respaldo ciudadano, mejor dicho y como dice el Chapulín “sin querer queriendo” y el desapego por las fórmulas partidistas, denostándolas como pasadas de moda, no se ponga una corbata ni de vainas y cada que pueda despréciela para ponerse a tono con el resentimiento social que aquella prenda suscita y ya está listo el candidatico para tomarse el poder y obviamente emborrachar con él al complacido club internacional que le vendió cara su afiliación. 

Es la coartada del antipartidismo para hacerse con las riendas del país a lo que debemos oponernos, con partidos modernos, reglas claras y programas y que no sean vehículos de la antipolítica, larvada en oligarcas de overol que han sido madurados, como los aguacates, a punta de periódicos. Yo, por lo menos, voté por Luis Pérez Gutiérrez, aunque creo que Alonso lo está haciendo bien y votaré por un hombre de partido que garantice la continuidad del gobierno de Uribe, si éste no decide continuar.

 

1 comentario:

Unknown dijo...

No se podia esperar otra cosa mas que habladuría, los partidos entorpecen el bienestar de la población, 200 años en lo mismo. Senor Arenas Tamayo, cuales son sus resultados