Editorial
El Colombiano, Medellín
Mayo 5 de 2009
En el mundo hay 21 países con casos confirmados de la gripa, entre ellos Colombia con cerca de 216 alertas y 136 casos sospechosos, de los cuales cuatro son pacientes hospitalizados en una situación estable, y otro positivo, como ya lo señalamos. Esperamos que los anuncios del ministro de Protección Social, Diego Palacio, de adquirir la tecnología que permita diagnosticar el virus en Colombia, sin tener que enviar las muestras a Estados Unidos, así como buscar la producción de los medicamentos para controlarlo, sean pronto una realidad.
Las autoridades colombianas han obrado en forma prudente y rápida desde el mismo momento en que tuvieron conocimiento de esta enfermedad. El Gobierno declaró la "Situación de Desastre", figura legal que le permitió asignar recursos por 15 mil millones de pesos para garantizar las acciones preventivas y de control.
La presencia de la influenza en el país exige que cada persona y estamento asuma el papel que le corresponde en la cadena de prevención y tratamiento. Todos debemos tener en cuenta las recomendaciones de las entidades de salud y de gobierno. La prevención empieza por cada uno de nosotros.
Al Estado le compete, como al que más, disponer de lo necesario para activar los planes de prevención y atención de los posibles casos del virus AH1N1. Celebramos la conformación del Comité de Crisis, con apoyo científico, que señalará el protocolo que los comités departamentales y locales de emergencia deben seguir.
La Gobernación de Antioquia y el Municipio de Medellín no han dejado de prepararse para una eventual presencia del virus en nuestra región. El Departamento habilitó líneas telefónicas para consultar inquietudes y realizará hoy una teleconferencia con el Ministerio de Educación, además de elaborar una serie de recomendaciones para la familia y la comunidad.
Nos parece pertinente la convocatoria que sugiere el Presidente Uribe a las universidades, las Fuerzas Armadas y organizaciones privadas, para conformar unas brigadas de atención médica domiciliaria, integradas por estudiantes de medicina y enfermería, entre otros. Se pretende evitar el exceso de personas en las consultas hospitalarias y los posibles contagios de múltiples enfermedades, no sólo del AH1N1. De nuevo, es hora de demostrar la responsabilidad social de la academia y de los sectores público y privado.
A los medios de comunicación nos corresponde, como nunca, informar sin alarmar pero sí con el deber de la claridad y la contundencia que los hechos demanden, con el fin primordial y esencial del bien común. Informar, en forma serena, prudente y efectiva, también es contribuir a la prevención.
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