miércoles, 14 de octubre de 2009

La reivindicación islámica

Rafael Gómez Martínez

El Nuevo Siglo, Bogotá

Octubre 14 de 2009


EN el momento de escribir esta nota (09-10-09), se presentó un atentado terrorista en Irak con un saldo de 9 muertos y 30 heridos. En Israel el movimiento palestino Al Fatah hace un llamado a la huelga causando la revuelta general de la población palestina. Llevamos desde el año 700 D.C con este problemita y nada que se resuelve. Y tiende a complicarse.


Desde el último anuncio de Osama Bin Laden hace un mes, un talibán produce actos terroristas por día causando la muerte de por lo menos 50 personas todos los viernes, días santos del Islam, en las plazas de mercado. Atacaron la estructura financiera de la India durante la Navidad del 2008.


Mientras tanto; el mundo occidental sumergido en una sociedad decadente donde el materialismo imperial se impone a cualquier argumento moral y ético, no ha logrado asimilar el golpe del atentado a las Torres Gemelas y lo que significó como punto de inflexión en nuestra historia.


Desde hace unos meses volví a leer: ¿Qué ha fallado?, de Bernard Lewis, quien analiza el impacto de Occidente y la respuesta de Oriente Próximo. El libro fue escrito hace 9 años, antes de los atentados a las Torres Gemelas pero mantiene intacta su vigencia.


Me pregunto una vez terminado el libro: ¿qué tanto sabemos del fenómeno de penetración fundamentalista islámica en nuestro continente? Chávez abrió esa ventana con unas repercusiones a futuro impensables.


Porque una cosa son los musulmanes fundamentalistas del siglo pasado a caballo y sable y otra los del siglo XXI con petróleo, dinero y armas atómicas en su haber más los famosos Suhkois que compró Chávez.

Contrario a los occidentales; los islámicos tradicionales tienen un concepto de la lealtad superior al nuestro. Lealtad a sus creencias, a sus razas y a sus valores. Por ejemplo: hace unas semanas un equipo de fútbol musulmán se negó a jugar un “picadito” con el Paris Gay Futbol Club. Sus valores y sus creencias por encima de todo.

Los fundamentalistas islámicos reúnen esas características más Alá. Alá por encima de todo y todo lo que atente contra Alá debe desaparecer: Las Torres Gemelas, la sede de la ONU para los alimentos. Comenzando por los iraníes quienes no son árabes como tales, sino arios.


En cuestiones de fe y de creencias los islámicos nos llevan años luz. Los talibanes y los shiitas fundamentalistas son hermanos de los arios para no ir más lejos. En Caracas se encuentran varios rezando, en silencio. Porque hace parte de su accionar actuar en silencio. Nada de raro tendría que en Bogotá se encontraran algunos actuando en silencio.


En nuestro continente no queremos ni ver, ni oír frente a este fenómeno.


Puntilla. Nos encontramos en el siglo de la reivindicación fundamentalista islámica.

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