lunes, 19 de octubre de 2009

La trampa del crédito congelado

Editorial

El Colombiano, Medellín

Octubre 19 de 2009

Los reportes sobre la evolución de la producción industrial, las ventas y el empleo, siguen inquietando. La preocupación y el desconcierto aumentan cuando se evalúan los informes sobre el comportamiento del crédito, las tasas efectivas de colocación y las utilidades de las entidades financieras. ¿Estamos atrapados en una trampa en la que el sistema de crédito congela la economía?


La trampa se configura cuando el crédito se estabiliza o incluso empieza a reducirse como porcentaje del PIB, a la vez que se mantienen márgenes de intermediación que superan ampliamente el costo de captación. En estas condiciones las empresas y familias no amplían su nivel de endeudamiento sino que tratan de reducirlo al máximo, contraen su consumo e inversión, privilegiando la reducción de los pasivos en sus egresos. Los bancos, sabiendo que no están compitiendo por el crédito, se dedican a usufructuar la cartera que se comporta como cautiva.


En Colombia esta situación es evidente desde comienzos del año. En estos momentos los márgenes de intermediación son cinco veces la inflación, y tres veces el costo de captación. En el "Reporte de la situación del crédito en Colombia", que publicó el Banco de la República en el mes de septiembre de este año, 2009, se evidencia con claridad la situación descrita. Treinta de cada cien personas de las familias encuestadas están reduciendo sus créditos comerciales y de consumo, y entre diez y cuarenta de cada cien empresas encuestadas, según su tamaño, están haciendo lo mismo.


Como resultado, el crecimiento de la cartera crediticia en términos reales es negativo, según el informe de indicadores monetarios, producido esta semana por el mismo banco. La gráfica que muestra el comportamiento del crédito es elocuente.


Esta misma encuesta reporta que la mayor queja de los clientes es el alto costo del crédito. Los banqueros señalan, a su vez, que la restricción para otorgar más créditos consiste en que los clientes no tienen cómo pagar los intereses. Lo irónico es que los mismos banqueros puntualizan que lo fundamental para que se reactive el crédito es que la economía aumente su ritmo de crecimiento.


El sector bancario tiene en sus manos una de las claves de la solución: una rebaja sustancial en los intereses, lo que permitirá que se reactive la demanda. Así podremos salir de la trampa de frío en que el crédito tiene a la economía.

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