Oscar Tulio Lizcano
La Patria, Manizales
Octubre 23 de 2009
Escribí en mi libro, “Años en Silencio” una de esas historias que no dejan de parecer conjuros de una realidad que desborda lo inverosímil. Pero aun así, viene pasando inadvertido pese a salir en varios diarios del país y en una columna que publiqué en un importante diario de Antioquia, titulada: “Helicópteros que llegan para las Farc”.
Preguntaba ¿acaso no debe el Ministro de Minas pronunciarse frente al hecho que denuncio?,¿acaso la Agencia Nacional de Hidrocarburos no es la encargada de entregar la exploración de petróleo en nuestro país, y por tanto responsable de lo que en ella pase? y en el aspecto con relación al ministro de Minas Hernán Martínez, quien guarda un prolongado silencio, que es “La peor mentira” como lo dice el filósofo y escritor español Miguel de Unamuno, pues, refiriéndose a este caso, el doctor Fernando Londoño Hoyos, en su programa radial, llamó al Ministro para indagarle sobre la petrolera BGP que ha estado ayudando a las Farc, sin que éste hasta el día de hoy se pronuncie ante tan importante medio.
Estos testimonios indignan porque mientras yo, durante mi secuestro, sufría graves quebrantos de salud, un equipo de médicos enviados por la compañía se encargaba de revisar a todos los insurgentes. Les tomaron muestra de orina y sangre, y les examinaron los ojos y extrajeron uno que otro diente.
Los galenos viajaban en helicópteros blancos, de rayas rojas y logotipo de Bureau Geophysical Processing (BGP), una División de la Empresa Estatal China National Petroleum Corporation (CNPC), que por encargo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia hacía exploraciones petroleras en ciertas zonas del Chocó. Las aeronaves de esta empresa aterrizaron en distintos campamentos guerrilleros a principios del año 2006, burlando extrañamente el cerco militar que agobiaba al frente guerrillero y lo hizo no en una, sino en siete ocasiones.
En Colombia ya tenemos los antecedentes, recordamos el caso de Armand Hammer, CEO de la Oxi, y la Mannesmann cuyas actuaciones dieron lugar al fortalecimiento del grupo guerrillero Eln, cuando permitían que llegaran helicópteros a la zona donde estaban construyendo el oleoducto en Caño Limón.
Los helicópteros chinos de la BGP llegaban con un equipo de 20 profesionales vestidos de overoles naranja a visitar el campamento. Se llevaron un susto con los sobrevuelos de aviones de la Fuerza Aérea Colombiana. Luego del retiro de estas aeronaves militares, uno de los pilotos de los helicópteros recibió la orden de sobrevolar la zona para que, desde arriba, informara si las ‘caletas’ de los guerrilleros podían ser descubiertas. El piloto de la compañía china advirtió que no había de qué preocuparse.
Como no estuve presente en ello y por la gravedad de los hechos relatados, corroboré la información con distintas fuentes: guerrilleros desmovilizados, civiles y autoridades locales y regionales de la zona donde sucedió. Iván, el segundo al mando del frente guerrillero, ahora desmovilizado, me narró detalles de la llegada de estos helicópteros, como también lo hizo en vivo y en directo ante los medios de prensa, radio y televisión. Él fue el encargado de recibir la “generosa” misión.
¿Por qué el ministro Hernán Martínez guarda silencio todavía ante el requerimiento que hace 30 días hizo públicamente el ex ministro de Interior y de Justicia Fernando Londoño Hoyos? Acaso esa respuesta que dio señalando que ignoraba tal hecho que se denunció hace más de cuatro meses y que la mayoría de los colombianos vieron ante la pantalla chica a Isaza confirmando lo que tanto han dicho los habitantes de la región donde aterrizaban estos helicópteros y las mismas versiones de los guerrilleros desmovilizados.
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