viernes, 11 de diciembre de 2009

El apoyo al terror

Editorial

El País, Cali

Diciembre 11 de 2009

Aunque es fácil advertir el origen y los propósitos que tienen organizaciones como la Coordinadora Continental Bolivariana, no sobra estar alerta ante sus intentos por legitimar atrocidades como el terrorismo de las Farc contra el pueblo colombiano. Y tampoco está de más denunciar el apoyo descarado que reciben de parte del régimen de Hugo Chávez en Venezuela.

Al decir que tiene afiliados en 28 países, la autodenominada Coordinadora es otra forma de generar desinformación y tratar de aparentar una fortaleza inexistente. Que sólo existe en la medida en que gobiernos irresponsables como el que rige a Venezuela les dan vida para tratar de mostrar el surgimiento de una ideología y la acogida internacional que recibe. Eso es esa organización, una entelequia que se dedica a usar el nombre de Simón Bolívar para justificar y promover la peor de las aberraciones contra la humanidad.

Y no merecería de alguna respuesta de los gobiernos, de no ser por los apoyos que recibe de un estado como el venezolano o por el respaldo que le brinda a un grupo terrorista como las Farc. Eso es ni más ni menos que secundar los crímenes contra miles de personas en Colombia, hacer apología de la destrucción a que durante muchos años han sometido a nuestra Nación y aplaudir la constante violación de los derechos humanos, en especial los de quienes han padecido o aún sufren el secuestro.


No hay pues nada que haga digno que la Coordinadora, que se autoproclama como organización política, glorifique el nombre de los cabecillas de la guerrilla. Como no hay grandeza en la actitud del gobierno del presidente Hugo Chávez al albergar en su país a quienes hacen elogio de la violencia y el terror. Sin embargo, esa benevolencia no es extraña en quien nunca ha podido o no se ha interesado en ocultar su tolerancia con los integrantes del ELN y de las propias Farc. Es claro que toda alharaca que le sirva a sus fines será bienvenida, así implique aplaudir los crímenes más atroces.

Porque eso es lo que está haciendo el Movimiento Continental Bolivariano que se reúne en Caracas, en una sede respetable como el Palacio de Bellas Artes de la capital venezolana. Y aunque no merezca mayor atención, Colombia no puede pasar por alto semejante respaldo al terrorismo de la guerrilla, reclamando explicaciones claras a las autoridades del vecino país. Esto no es un asunto de posiciones ideológicas, que deben ser respetadas, sino de solidaridades con la violencia que durante décadas ha sido cometida por ese grupo.

La comunidad internacional, en especial la Organización de Estados Americanos, debe tomar atenta nota de lo que ocurre en Caracas. En ese congreso auspiciado por el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez no se está hablando de principios o de la formación de un partido o grupo político. Lo que se realiza es un descarado homenaje al terrorismo que golpea con saña a Colombia, alimentado de la sangre de miles de inocentes y financiado por el narcotráfico. Una amenaza mundial que nunca terminará si existen gobiernos que los toleran y los apoyan.

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