miércoles, 20 de enero de 2010

Sin Éxito

Luis Carlos Zamora

El Tiempo, Bogotá

Enero 20 de 2010

El presidente Hugo Chávez ordenó expropiar al Éxito en Venezuela, con base en una ley que aún no existe.

La expropiación es una institución de Derecho Público que, como excepción al derecho a la propiedad, le permite al Estado forzar la venta de un bien a su favor por motivos de utilidad pública, pero previo pago de una justa indemnización.

Se diferencia de la confiscación en que esta es una verdadera sanción que no conlleva pago alguno al particular, por la cual el Estado se hace a la propiedad de los particulares de manera injustificada.

La confiscación está prohibida en el Derecho Internacional porque se considera violatoria de los derechos fundamentales de las personas. Generalmente, la usaban los gobiernos como una forma de castigar a los vencidos en las guerras, fueran civiles o contra otros países, o a sus opositores, y por tanto arbitrarias.

La expropiación se usa de manera bastante amplia en el caso de la construcción de obras públicas. En Colombia es bastante utilizada para asegurar la venta de un bien que se requiere para la construcción de una vía, o de un inmueble para construir un colegio, un hospital o un bien de la Administración nacional o local. Ahora mismo, hay expropiaciones en la mayoría de ciudades colombianas para la ampliación de vías, pero sólo se perfeccionan después de un procedimiento en el cual el propietario tiene el derecho de objetar el pago de la indemnización si así lo considera, y obtener el pago de la misma.

En Venezuela existe una ley similar en este sentido. Lo que pasa es que en el gobierno del "Socialismo del siglo XXI" se ha ampliado de manera bastante notoria lo que se considera "utilidad pública" y "bien común". Así, se han dictado leyes para expropiar las empresas de servicios petroleros y otras, dándoles un significado amplio a estos conceptos.

En el caso de Almacenes Éxito, se está amenazando con su expropiación como sanción a una supuesta especulación de precios que es un motivo que aún no está determinado en la ley. Como la expropiación no es una sanción sino una forma de asegurar que el Estado cumpla sus fines, pero respetando siempre los derechos de los propietarios, lo que está a punto de configurarse en una verdadera confiscación.

El gobierno de Venezuela estaría violando el Derecho Internacional si confisca al Éxito. Pero más allá de la situación de la empresa, lo que se está reflejando con esta acción es la intención del Estado venezolano de fijar los precios de una manera centralizada, que es una política fracasada en los países que fueron de la Cortina de hierro. Esta política sólo trajo miseria y despotismo.

En los países socialistas se han querido fijar los precios por el Gobierno, pero como no resultan rentables para los productores, el Estado los obliga a trabajar a pérdida hasta que se niegan a seguir perdiendo y entonces les confiscan sus bienes para que el Estado se encargue de la producción, distribución y comercialización de bienes. En el caso de la tierra, la colectivizan con las subsecuentes hambrunas y sometimiento, incluso con la muerte, de quienes se resisten al régimen.

Así pasó en la Unión Soviética con las hambrunas que causaron millones de muertos, la más famosa la de Ucrania, con casi cuatro millones, que pusieron a Stalin al lado de Hitler en la cima de la infamia. También en China o en Camboya, donde se quería obligar a toda la población urbana a trabajar en el campo en condiciones infrahumanas, que devastaron a la tercera parte de la población de ese país.

Entonces, en Venezuela se está dando el paso para desconocer el derecho de propiedad privada, que ha sido una política sin éxito, con la cual se queda sin el Éxito y con la escasez.

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