Luis Carvajal Basto
El Espectador, Bogotá
Febrero 6 de 2010
Difícil tarea para el Magistrado Sierra justificar ante el País y la Historia, las razones según las cuales vicios de forma son más importantes que el sentir de millones de Colombianos que firmaron una solicitud para votar Libremente. En democracia, el pueblo es soberano. Es la visión del Magistrado no la de la Corte.
La Corte Constitucional se encuentra en la tarea de convertir una controversia política en una decisión jurídica. Al final, todos esperamos un fallo en derecho, pero sobre todo, oportuno, en medio de un ambiente cargado de presiones e intereses. La táctica parlamentaria de dilatar, aplazar y posponer, no puede imponerse en nuestro más alto Tribunal.
De alguna manera, sostener que los vicios de forma son más importantes que la voluntad popular, quiere decir que sin las trampas no habrían firmado por el referendo los cinco millones de colombianos que lo hicieron. Cualquiera que viva en Colombia, amigo o contradictor del referendo, sabe que eso no es verdad. Una solicitud clara, en el momento del referendo, por parte del Presidente (qué no la hubo) y no consigue cinco sino algunos millones más de votos. ¿Error del Presidente?¿Falta de “ganas”? ¿Alguien lo sabe?
Luego de discutir la ponencia del Magistrado Sierra, la Corte debatirá y si una mayoría es negativa a su postura, nombrará nuevo ponente que tendría la misión de fundamentar la decisión colegiada en que se expresaría la opinión mayoritaria. Pero el tiempo apremia y no sería la primera vez que la Justicia no actúa por extemporaneidad. Permanentemente evaden la cárcel delincuentes comprobados por vencimiento de términos, por ejemplo.
La verdad es que los enemigos de la reelección han apostado, para impedirla, por encontrar la manera en que las mayorías no ejerzan sus derechos. La razón es tan obvia como elemental: hoy día, a pesar del desgaste ocasionado por el debate, la falta de “ganas” del Presidente, la ineptitud de miembros de su gobierno (una cosa es la imagen de Uribe y otra la de su equipo) etc., si presentara su nombre sería reelegido. De lejos.
Las cuentas son sencillas y por todas partes superan las cifras alcanzadas por los firmantes del referendo. En las elecciones de 2006, con un censo electoral de 26.7 millones de votos y una participación del 45%, Uribe obtuvo 7.4 millones de votos. Ahora el censo, (sin depurar) se acerca a los 29 millones y si se mantienen las cifras históricas de participación podrían esperarse en las presidenciales 13 millones. Puede que en el referendo disminuya la constante histórica de participación, pero nunca por debajo de los 7.5 millones que necesitaría. El sí ganaría por demolición.
Las encuestas más recientes de Datexco y el Centro Nacional de consultoría, confirman que, si la corte lo permite, Uribe obtendría al menos el 46% de los votos, seis veces más que el siguiente aspirante de cualquier partido. Eso explica que la artillería anti reelección esté centrada en que los colombianos no podamos votar, encontrando eco hasta ahora, en ciudadanos como el Magistrado Sierra, el mismo Presidente, quien no se define y no ejerce como candidato, pero sin afectar la tendencia mayoritaria entre los colombianos.
La Corte Constitucional, al resolver este cruce de caminos en que se encuentra no ella sino Colombia, señalará, en su sabiduría, el rumbo que seguiremos como Nación. Es, una inmensa responsabilidad en la que han apostado “duro” las presiones y ganas de poder de políticos dispuestos casi a todo para acceder al gobierno y que en el medio encuentran como obstáculo el fundamento de nuestro sistema político: La soberanía popular, la regla de oro de las mayorías. Es esa la verdadera encrucijada.
Posdata: El Señor Rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en un foro realizado la semana que pasó, comparó a la opinión pública colombiana, que reconoce como mayoritariamente afecta al Presidente, con la actitud del populacho que prefirió a Barrabas que a Jesús. La comparación no cabe por ninguna parte y solo puede ser explicada por su condición de matemático (supongo, puro) y opositor. Pero, en su comparación ¿Quién será Jesús, quien Barrabas y quien Pilatos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario