Ernesto Yamhure
El Espectador, Bogiotá
Febrero 18 de 2010
Este Tratado, que resultó luego de ocho rondas de negociación que tuvieron lugar en Bogotá, Lima y Bruselas, trae grandes beneficios para la economía nacional. No hay que olvidar que el Fondo Monetario Internacional estima que la europea es la economía más grande del mundo, ya que cuenta con 497 millones de habitantes cuyo ingreso promedio se acerca a los 24.800 dólares, cinco veces mayor que el de Colombia.
El sector más recalcitrante de la izquierda colombiana se ha dado a la infame tarea de torpedear este Tratado, valiéndose de artilugios bastante cuestionables. Para que el TLC sea aprobado, es necesario que el Parlamento Europeo le dé el visto bueno al acuerdo que debe suscribirse en los próximos días. Sin la aprobación de la mayoría de los eurodiputados, no habrá nada que hacer.
De ahí la tremenda ofensiva que los enemigos del libre mercado, de la propiedad privada y de la integración comercial han adelantado, precisamente ante sus conmilitones europeos. Han sido muchos los viajes, conferencias, asambleas y encuentros en los que nuestros flamantes regentes del socialismo chavista se han empleado a fondo para mentir respecto de la situación de los Derechos Humanos en nuestro país, pasando por alto los importantes e incontrovertibles avances que en esta materia hemos experimentado.
La vulgar acometida obligó a que el Gobierno invitara a una delegación de europarlamentarios de todos los matices ideológicos para que, de primera mano, revisaran el estado real de los DDHH. Qué bueno sería, por ejemplo, que estos asambleístas tengan la oportunidad de conversar con diferentes sectores de la sociedad para que sean ellos quienes les describan el positivo viraje de nuestro país en los últimos siete años.
No estará de más que los ilustres visitantes puedan constatar, por ejemplo, que el año pasado, según el reciente informe de la Fundación para la Libertad de Prensa, sólo fue asesinado un periodista; en tiempos no muy remotos esa cifra pasaba de 10.
Cuando las Farc cogobernaban a Colombia desde su guarida del Caguán, el número de secuestrados al año pasaba de 3.000, sin que nadie se sonrojara. En 2009, 213 colombianos fueron raptados por los grupos terroristas, lo que significa una reducción del 93% respecto de 2002, año en el que se registraron 2.882 casos de personas a quienes se les arrebató la libertad.
Esos mismos que se van por toda Europa despotricando del Estado colombiano, “olvidaron” revelarles a sus ingenuos contertulios que desde 2002 las Farc han matado a 1.029 miembros de la Fuerza Pública y a 464 civiles con minas antipersona.
Bienvenida la delegación europea. Acá tendrán la capacidad de conocer de primera mano lo que verdaderamente está ocurriendo y, sobre todo, podrán constatar que la Colombia de hoy es diametralmente opuesta a la que nos dejaron los últimos gobernantes.
Luego de conocer la verdad de este país, tendrán los suficientes elementos de juicio para adelantar un debate serio y fundamentado sobre el TLC, discusión que esperamos concluya con una votación mayoritaria a favor de la aprobación de este importante tratado.
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