¿Tendrá futuro Manizales?

Jorge Enrique Pava Q.

La Patria, Manizales

Febrero 19 de 2010

Ha quedado en primer lugar nuestra Manizales de alma en el Doing Business Colombia 2010, del Banco Mundial, que mide las facilidades para hacer negocios en el país. Es esta una de las más gratas noticias para la ciudad, dado que el reconocimiento que nos hacen alienta a los inversionistas para poner sus ojos en la ciudad y establecerse y desarrollar sus operaciones industriales y comerciales.

Para nadie es un secreto que las grandes cadenas comerciales y los almacenes de grandes superficies han venido manifestando su interés en invertir en Manizales y han hecho los contactos respectivos con la administración municipal. Y ya tenemos inversionistas europeos establecidos en el mercado local, generando miles de empleos que dignifican nuestra calidad de vida.

Pero esto apenas comienza. En muy corto tiempo tendremos en operación el Aeropuerto del Café que volcará el interés de propios y extraños para establecerse en la región, fortaleciendo nuestra economía en proporciones inimaginables; se está llevando a cabo el Plan Vial Departamental que logrará, por fin, volver a Manizales un municipio accesible por vías terrestres seguras, amplias y cómodas; tenemos el Cable Vía que, adicional a ser una alternativa de transporte limpio y ágil, se ha convertido en un atractivo turístico de fama nacional; para este año entrará en operación también el Cable a Los Yarumos que atraerá igualmente las miradas de los manizaleños y de quienes nos visiten; y este mes entrará en vigencia el Sistema Estratégico de Transporte Público en la ciudad, volviéndonos pioneros en este tipo de organización que desde ya ha servido de paradigma para otras ciudades intermedias.

Y como si fuera poco, ya se está trabajando en la Zona Franca Andina que quedará ubicada en la zona industrial, en terrenos de la Industria Licorera de Caldas, que traerá grandes inversiones para internacionalizar a Manizales y volverla aún más competitiva en el entorno nacional.

¿Tendrá futuro entonces Manizales? La respuesta es contundente y categórica: ¡Sí! Y todo gracias a que las cosas se han hecho con humildad, sin aspavientos y con planeación desde las últimas administraciones y en ésta se ha hecho énfasis en que el municipio tiene con qué asomarse al mundo y atraer sus miradas tranquilamente.

Para aquellos que siempre ven todo por el lado negativo y que les duele reconocer que progresamos y salimos adelante, debe ser sorprendente (y hasta doloroso) lo que hoy nos pasa. Una ciudad admirada por quienes nos visitan y en constante crecimiento; con orden, con calidad de vida y con esperanzas y fe en lo suyo, tiene que volverse una fortaleza social y un sitio idílico para vivir.

Este es el resultado de las inversiones que se han hecho en infraestructura y que, como siempre, han recibido las críticas de quienes suelen opinar que las inversiones en cemento no valen la pena. Pues aquí está la demostración de que, pensando en grande y haciendo las cosas con sensatez, honestidad, transparencia y agilidad, los resultados se obtienen en forma segura; y que esas rechazadas inversiones en cemento no sólo generan empleo en el momento de su construcción, sino que, construyendo con planeación, el crecimiento de la ciudad puede ser armónico y de beneficio común.

La nueva Manizales, que con la renovación urbana de la Comuna San José marcará otro hito en la historia de Colombia, tiene hoy otra cara que asombra gratamente a todos los que la vivimos. Con el proyecto más ambicioso en materia de renovación, no sólo podremos mostrar una Manizales más organizada, más transitable y más bella; también podremos mostrar a esa ciudad que se preocupa por los sectores deprimidos y que invierte en el mejoramiento de la calidad de vida de quienes menos poseen y han perdido las esperanzas.

Sin desconocer que hay cosas por mejorar, como la seguridad en algunos barrios que se encuentran invadidos de delincuentes, nuestra Manizales se está convirtiendo en un foco de posibilidades y oportunidades que, a corto plazo, harán de ella la ciudad más apetecible de Colombia. Y si quienes vivimos aquí y somos testigos permanentes del cambio y el progreso nos sentimos admirados y orgullosos, mucho hay que decir de aquellos que se han ido y regresan después de algunos años. Su admiración no tiene nombre y el concepto que se llevan de la ciudad es tal, que expresan su intención de regresar definitivamente y ponerle fin a esa deserción que tanto nos ha afectado.

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No nos cansaremos de insistir en la realización del Cable Manizales-Aerocafé, pasando por Chinchiná. La dimensión de los beneficios de una obra de esta naturaleza es inmensa; y el desarrollo que generaría para la región el acercamiento amable, seguro y rápido de tres municipios hermanos (Manizales, Chinchiná y Palestina) haría de este un triángulo inigualable para inversión y calidad de vida. Muy bueno fuera que pudiéramos estar inaugurando a finales del 2011, junto con Aerocafé, el mencionado Cable. Esta es una obra posible en costos, en infraestructura y en operación. Sólo falta ejecutarla; y ahí está la enjundia de Alcalde y Gobernador para dejar una huella imborrable en el progreso de la región.