sábado, 26 de septiembre de 2009

Buena tarea diplomática

Alfonso Orduz Duarte

El Nievo Siglo, Bogotá

Septiembre 26 de 2009



Parece que el manejo, esta vez sí diplomático, está dando resultados en nuestras vidriosas relaciones con Ecuador. Esto demuestra que siempre han debido desarrollarse en ese campo y no en el de los titulares espectaculares en los periódicos. Ojalá esto sirva de lección a ambos protagonistas.


Quien lleva la voz cantante en estos asuntos es el Presidente de la República y por delegación de él el Ministro de Relaciones Exteriores. Así ha sido en esta ocasión y a puerta cerrada se dijeron cuanto tenían que decirse que se tradujo en que a partir del próximo mes habrá lo que llaman encargado de negocios tanto en Bogotá como en Quito. Aunque técnicamente esto no significa la reanudación formal de relaciones si es un paso al pleno restablecimiento de ellas seguramente en un plazo diplomáticamente breve. Lo cierto es que aunque las relaciones de gobierno a gobierno se hayan visto suspendidas las otras, las que se refieren a la amistad entre dos pueblos hermanos unidos por la historia, jamás se han roto.


El presidente Correa en la forma altiva con la cual apeló al sentimiento patrio de sus conciudadanos por la aparente invasión colombiana, la cual, además, le dio grandes réditos electorales, protestó por la persecución que Colombia le hizo hasta cazarlo a uno de sus más grandes y sanguinarios enemigos. Nos informan los periódicos que uno de los compromisos es que nuestro vecino se compromete a no aceptar la presencia de alzados en armas de la guerrilla lo cual de contera lleva al compromiso de Colombia de no volver a perseguirlos hasta en suelo extranjero.


¿Las bravatas del comandante paracaidista que tiene en sus manos los destinos de Venezuela tendrán que ver con el acercamiento entre Colombia y Ecuador? Vaya uno a saberlo. Pero lo cierto es que la Asamblea General de las Naciones Unidas ha sido ocasión propicia para el principio de entendimientos con nuestro vecino del sur. La capacidad sofística de Chávez es digna de que se tenga en cuenta. Hace ver con sus argumentaciones lo negro blanco y lo bueno malo. Así nuestro Presidente resulta un mentiroso y enemigo de la paz porque ha hecho un convenio con los Estados Unidos que en Colombia lo vemos como una cooperación en nuestro propósito de combatir el narcotráfico y el terrorismo.


No ceja el comandante paracaidista en pretender extender su sistema de gobierno a todos los países que se dejen seducir por su generosidad petrolera. Como aquí estamos con los nuestros cuando los de afuera tratan de imponernos lo que no queremos, aunque internamente se puedan tener discrepancias, éstas se dejan aun lado cuando los extraños quieren meter las narices en lo que no les importa. Lo dijo muy claramente el inmortal gaucho argentino Martín Fierro.

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