viernes, 25 de septiembre de 2009

Mi voto por Petro

Rafael Guarín

Semana.com, Bogotá

Septiembre 23 de 2009


Pensé votar el próximo domingo por Gustavo Petro en la Consulta del Polo Democrático Alternativo por las siguientes razones:


Petro decidió quedarse en el Polo para dar la batalla. En las condiciones más adversas se enfrenta a la maquinaria política y clientelista de Jaime Dussan y al control del aparato que tiene el Partido Comunista Colombiano y el Moir.


Petro ha sido el único líder del Polo que ha denunciado la complacencia de algunos sectores de izquierda con el principio leninista de la combinación de todas las formas de lucha, esto es, con el empleo de la violencia. En septiembre de 2008 dijo que las Farc lo querían sacar del Polo: “Hay una campaña soterrada de las Farc por sacar a Petro y a Lucho del Partido”. Reconoció que esa guerrilla contaba con elementos dentro del Polo, tan influyentes y poderosos, que podían excluirlo de la lucha democrática. ¿Quiénes son? ¿A quién respaldan en la Consulta?


Petro, en 2007, propuso una hoja de ruta que incluía un pacto democrático que termine “definitivamente el uso de la combinación de las formas de lucha” y una política de seguridad de Estado, resaltando el rol definitivo que tienen las fuerzas militares.


Petro desafió a quienes en su partido decidieron no marchar el histórico 4 de febrero y a quienes se resistieron a apoyar las movilizaciones ciudadanas que condenaron la masacre de los once diputados del Valle del Cauca. Rechazó la falta de contundencia de las directivas del Polo frente a la masacre, al punto de señalar que “la sociedad colombiana no encuentra definidos totalmente los hechos que nos separan de las Farc".


Le cayeron rayos y centellas, no sólo de copartidarios sino de Raúl Reyes.


Petro, en febrero pasado, repudió la misiva que el Secretariado de las Farc envío al Congreso del Polo, en la que le proponen a ese Partido “acuerdos políticos”. El senador denunció que las Farc tenían la “intención integral de incidir en la política del Polo Democrático”, mientras el Congreso del partido se hizo el de la vista gorda.


Petro, entre otras cosas, es un símbolo de la lucha contra el narcoparamilitarismo que devastó a Colombia. No hay duda de su verticalidad para denunciar este fenómeno y amparar los derechos de las víctimas de masacres, torturas y desplazamientos. Propósito que compartimos.


Petro, también ha dicho que la izquierda debe abandonar “el sectarismo político y cierta enfermedad muy infantil de extremo-izquierdismo que la viene penetrando”, lo cual demuestra al afirmar la semana pasada que “agredir al presidente Álvaro Uribe es agredir a Colombia”, claro, tal afirmación hizo que cundieran ataques cardiacos masivos y simultáneos al interior del Polo.


La otra opción, Carlos Gaviria, es todo lo contrario. Mientras menciona el rechazo a la combinación de las formas de lucha y niega su existencia al interior de la colectividad, en 2002 fue candidato al Senado del Partido Comunista, partido que creó ese esperpento, y ha hecho de esa agrupación la quinta columna con la cual domina la estructura del Polo. Es el protagonista de todos los titubeos frente al terrorismo, objeta calificar de esa forma a las Farc y de participar en las marchas ciudadanas que la condenan. Y para colmo de males, en el proceso electoral de 2006 señaló estar dispuesto a reconocer beligerancia a las Farc.

Ahora bien, hay cosas muy graves que me llevan a recapacitar sobre la posibilidad de mi voto por Petro. Nunca cumplió con el deber de denunciar quiénes son los farianos dentro del Polo y a quién apoyan, tampoco ha renegado del pacto que suscribió con Hugo Chávez, en la Quinta de San Pedro Alejandrino el 18 de Diciembre de 1994, que todo indica que éste sigue vigente, a pesar de su animadversión reciente a la injerencia venezolana en los asuntos colombianos.


En esto hay dudas. Mientras habla de Socialismo del Siglo XXI en Caracas y Quito, al igual que en eventos del Polo, ante la opinión pública colombiana estratégicamente omite ese discurso. ¿Cuál es su verdadera posición ante al Socialismo del Siglo XXI? ¿Sigue apoyándolo pero se disfraza de moderado? ¿Mantiene su relación privilegiada con Chávez? ¿Es un lobo con piel oveja?


Tampoco ha contado lo que conoce sobre los autores intelectuales de la toma del Palacio de Justicia y que puede cobijar a ex guerrilleros del M19 que pelechan hoy en cargos públicos. Ahora que la Corte Suprema de Justicia dijo que procesará por crímenes de lesa humanidad a los parapolíticos, muy bueno sería hacer lo mismo con los ideólogos de esa guerrilla, responsables de esa y otras matanzas.


Pensándolo bien, esas razones son suficientes para que no pueda votar por Petro.

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