lunes, 28 de septiembre de 2009

Oposición colombiana: puras babas

Raúl Lombana Hernández

eltiempo.com / Blogs / Desde el caribe manifiesto

Septiembre 28 de 2009


Se llevaron a cabo en todo el país las consultas internas de los partidos Liberal, Polo Democrático y Mira. Los resultados dados a conocer por la Registraduría Nacional ratifican la baja votación obtenida por los diferentes precandidatos de las colectividades en disputa. De un potencial electoral de no menos de 29 millones de votos, según el boletín No.16, emanado por la Registraduría, los partidos opositores al gobierno del presidente Uribe -Liberal y Polo- sólo habían obtenido no más de 1,500,000 votos, es decir, menos del 5% del total de los votos. Los 58 mil millones de pesos que se invirtieron en la jornada fueron demasiados recursos que pudieron ser destinados para otros menesteres más importantes que los de escoger a los candidatos de la oposición con tan poca votación. Por los votos obtenidos, al país le hubiese salido más barato que ambos partidos hubieran escogido a sus candidatos tirando un cara y sello.

Las cifras que arrojan los resultados electorales no causan sorpresa, debido a que éstos se preveían tanto para el partido Liberal como para el Polo Democrático. La única sorpresa de la jornada fue la victoria del precandidato Gustavo Petro sobre el candidato de la maquinaria del Polo, Carlos Gaviria. Al interior de las huestes del ex magistrado no asimilan la derrota recibida en franca lid por el adversario a pesar de que se rumoraba que la campaña de Gaviria estaría recibiendo recursos del presupuesto de la Capital de la República, Bogotá.

Las votaciones confirman que la oposición colombiana, representada por el Liberalismo y el Polo, ha sido castigada en las urnas por el pueblo colombiano. La jornada, también, ha ratificado que la oposición ha disminuido dramáticamente si se le compara con los resultados de los debates anteriores.

Por los lados del partido Liberal los resultados son catastróficos. La otrora colectividad de las mayorías hoy es un remedo de partido. El trapo rojo se ha desteñido. Sus candidatos, con excepción de Aníbal Gaviria, representan el pasado funesto que vivió el país. Todos han ocupado cargos de relevancia nacional y no han estado a la altura de los retos. De ahí, que hoy los seguidores del liberalismo no sean seducidos por ninguno de ellos. El repunte del ex gobernador de Antioquia debe ser valorado por las huestes liberales para replantear el futuro de la colectividad.

Ahora bien, la victoria del candidato de la consulta liberal, Rafael Pardo, debe entenderse como una derrota del partido. La pírrica votación obtenida, 376,739 votos, a pesar de haber contado con el respaldo de la rancia maquinaria liberal desdibuja la "victoria". Los votos que sacó el precandidato no le sirven para presentarse como opción de poder y mucho menos ser opositor serio del gobierno del presidente Uribe.

Los resultados obtenidos por ambos partidos, Liberal y Polo, ratifican que la oposición colombiana son puras babas. Mucha retórica y poco sustento ideológico.

De nada le han valido los recursos invertidos para desacreditar al gobierno.

De nada le han valido los discursos cargados de infamias y calumnias en contra de la figura presidencial.

De nada le han valido sus asociaciones con gobiernos extranjeros para fraguar alianzas que destruyan la democracia colombiana.

Los resultados electorales ratifican que la oposición no cuenta con el respaldo que ellos decían tener.

Los resultados electorales confirman una vez más que la oposición colombiana es virtual. Las urnas han ratificado que menos de 1 millón 500 mil votos obtenidos son señales inequívocas de que sus planteamientos son contrarios a lo que desea el pueblo colombiano.

Las cifras arrojadas por el conteo de los votos desmienten el supuesto respaldo que tenían, según ellos, del pueblo colombiano. Ni siquiera Bogotá, el fortín del Polo, respaldó masivamente la candidatura de sus precandidatos.

Es fácil destruir y no construir. La oposición colombiana fuera de atacar por atacar no tiene ningún tipo de propuesta seria que realmente contribuya al progreso del país. Las políticas que ha implementado el Polo en Bogotá desnudan su incapacidad como opción de poder. Si el Polo ni siquiera ha podido sacar adelante a la capital de la república mucho menos lo podrá hacer con el país.

El gran perdedor de la jornada es Carlos Gaviria. El ex magistrado realizó un periplo por el país apelando a un discurso violento y agresivo no sólo contra el jefe de estado, sino también en contra del pueblo colombiano que lo respalda. Reiteradamente, recurrió, a pesar de sus impedimentos éticos y mórales para hacerlo, a cuestionar al gobierno de Uribe.

Así que, una vez más el presidente Uribe salió victorioso. Sus políticas de gobierno siguen contando con el respaldo popular. La escasa votación obtenida por sus detractores, ratifican que el pueblo colombiano ya no "come cuento". El no salir los colombianos a las urnas a ejercer su derecho al sufragio demuestran que los enemigos de los logros del gobierno no consiguen de ninguna manera el apoyo del pueblo.

Por último, a Rafael Pardo le debería dar vergüenza salir con bombos y platillos a reclamar la "victoria" de su candidatura. La votación obtenida debe ser suficiente para que le quede claro que no cuenta con el respaldo del pueblo colombiano. El trapo rojo ya no seduce al electorado colombiano. El pueblo colombiano se cansó de haber sido engañado durante décadas por la colectividad. La pírrica victoria de Pardo es una derrota a su aspiración presidencial. Ni siquiera los "chillidos" de Gaviria, Cesar, le valieron para obtener más votación en las urnas. Parece que a ambos les esperan 4 años más de vacas flacas.

La ñapa: Las votaciones llevadas a cabo envían señales inequívocas a la Corte Constitucional sobre el deseo del pueblo colombiano de que se apruebe el referendo. La alta abstención de la jornada, ratifican que la sociedad colombiana sólo ve al presidente Uribe cómo la única alternativa seria para seguir rigiendo los destinos de la nación.

No hay comentarios: