sábado, 10 de octubre de 2009

El mejor regalo

José Félix Lafaurie Rivera*

Vanguardia Liberal, Bucaramanga

Octubre 10 de 2009

“Ganaderos de la Patria, muchas felicitaciones en su día. Nuestra ambición: que todos ustedes puedan hacer patria en el lugar de trabajo. Nuestra devoción: que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir tranquilas en el suelo de la Patria, en la ciudad de la Patria, en los campos ganaderos y agrícolas de la Patria”. Con estas palabras, el Señor Presidente de la República, cifró lo que el país espera de las gentes del campo. Entendemos el mensaje como una gran misión que tenemos que cumplir y la asumimos, como siempre lo hemos hecho desde nuestro arraigo, con el compromiso y la responsabilidad que caracteriza a las gentes del Campo. Hacer patria es crear espacios de convivencia, es generar oportunidades de inclusión social, es aprovechar racionalmente los recursos naturales, es capitalizar las oportunidades para elevar el desarrollo económico, pero también es aguantar el chaparrón y mantenernos firmes en la tarea de consolidar la paz. Nuestros compatriotas deben saber que lo hacemos con fervor para que los hijos de nuestros hijos puedan saborear las mieles de la paz, que sí ha sido esquiva para nuestras generaciones.

El día del ganadero se instauró como un grito de los ganaderos para decirle al país: Aquí estamos; para ponernos a su servicio y para señalar que también fuimos víctimas de una violencia implacable. Por eso creamos a Fundagan –para acabar con el olvido¬– y el Premio Nacional de la Ganadería –para marcar nuestros rumbos–. Por eso compartimos la visión general del Gobierno Nacional, relacionada con el impacto favorable que la Seguridad Democrática ha tenido en la producción agroalimentaria interna. La seguridad democrática le reabrió las puertas al trabajo lícito, y a más y mejor inversión, particularmente en el olvidado sector rural.

Semejante esfuerzo productivo –y los objetivos mismos de la Seguridad Democrática–, pueden verse seriamente afectados por externalidades, como el cierre de las exportaciones hacia Venezuela y la incapacidad de las cadenas productivas para reaccionar frente a la mayor oferta disponible. No tendría sentido que el excelente desempeño del sector primario se convirtiera en una crisis de abundancia, y que ésta marque un retroceso de la agricultura lícita y una agudización del conflicto, en momentos en que la economía global da muestras de recuperación y la llamada Crisis Mundial de Alimentos vuelve al primer plano.

El sector requiere más asistencia técnica, más crédito, más investigación y transferencia de tecnología. Celebramos el compromiso del gobierno con el programa Agro Ingreso Seguro, porque este ha sido un instrumento valioso para el sector. Abogamos, eso sí, por romper la enorme asimetría que existe en la distribución sectorial de los recursos de crédito: con corte a agosto del 2009, el sector agropecuario había recibido 4,8 billones de pesos mientras que la industria, tan solo en lo comercial, llegaba a los $19,9 billones. Ese es el verdadero meollo del asunto.

Celebramos también que el Gobierno haya acogido las propuestas del gremio ganadero, para afinar todos los instrumentos de política agropecuaria, y llevarlas a política pública en un Conpes agropecuario. Ese es el mejor regalo que el Gobierno nos hizo a todos los ganaderos en nuestro día. Lo veníamos haciendo, pero hoy es necesario aplicarnos con mayor rigor a la tarea de neutralizar los elementos críticos de la coyuntura, sin cerrar la puerta a las oportunidades. El Conpes nos lo hemos ganado, porque tenemos un Plan de desarrollo de la Ganadería, porque hemos cumplido la tarea en la campaña contra la aftosa, porque estamos impulsando la modernización, y porque tenemos un norte claro.

Hay que seguir sembrando, y de ahí la importancia de un nuevo Conpes para definir e implementar un paquete ‘integral’ de política pública agropecuaria que involucre la concepción de cadena de agregación de valor, mantenga el ingreso de productores y, por sobre todo, consolide el activo más valioso: la paz.

* Presidente ejecutivo de Fedegán.

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