lunes, 5 de octubre de 2009

El mini Partido Liberal y el menudo Polo

Enoris Restrepo de Martínez

El Colombiano, Medellín

Octubre 5 de 2009

Aunque soy Uribista, no deja de apesadumbrarme la suerte del otrora gran Partido Liberal. Antes esta agrupación política la llevaban las masas en el corazón. Era un orgullo ser liberal. Sus líderes estaban unidos al pueblo, se les veneraba. La historia de sus dirigentes era limpia y cuando era necesario ellos se sacrificaban y el pueblo también, pues los seguía. Por la historia del liberalismo marcharon el viejo Santos, López Pumarejo, Olaya Herrera, G. Turbay, Echandía, Alberto y Carlos Lleras y un largo etcétera de hombres ilustres. En todos los ambientes practicaban y predicaban la ética, el servicio, el trabajo. Recorrían el país divulgando sus tesis y la mística liberal era muy alta. Sus jefes atraían más y excomulgaban menos, eran moderados en sus palabras y no caían en fanatismos. Argumentaban con carácter y seriedad, aportaban ideas pero no llegaban al negativismo que muestran en la actualidad ciertos dirigentes, no eran tan celosos, ni cargaban tantos odios, como los jefes del DNL actual.


Este mini Partido Liberal de hoy, agrupado bajo el rótulo de Dirección Nacional Liberal, pide a gritos renovación. ¿Cómo es posible que el liberalismo oficialista haya obtenido una votación tan baja con toda la publicidad que tuvieron y los dineros que supongo aportó la DNL para la campaña, además de los múltiples espacios que los medios les dieron a los distintos candidatos a la Presidencia? En este caso, da grima el poco más de un millón de votos obtenidos en las urnas.

Pardo, el ungido por las directivas o supuesto pro hombre, sólo alcanzó unos 376.739. Aníbal Gaviria logró el segundo puesto con 226.161 votos, muy buenos resultados si se considera que no tuvo tanta publicidad, ni tanto apoyo de la DNL y Gómez Méndez sumó 203.922. Los demás aspirantes -Cecilia López, Héctor Elí, López Caballero e Iván Marulanda, mostraron ganas, pero no tenían opciones reales de triunfo. Como quien dice: para subsistir, la DNL necesita dirigentes más positivos y con menos animadversiones, con un historial de más amigos y menos enemistades. ¿Qué tal, por ejemplo, atraer de nuevo o llevar a ese recinto a gente como E. Peñalosa, R. Rivera, Aníbal Gaviria, Armando Estrada, Bernardo A. Guerra y muchos otros liberales valiosos?


Por el lado del Polo, la quema en la pira fue grande. Este partido sólo obtuvo un respaldo en las urnas de unos 450.000 votos. Petro, quien se mostró un poco moderado, ganó la designación de su partido con 225.000 y por su parte C. Gaviria, tan poco claro con la guerrilla y tan coqueto con el partido Comunista y el apoyo al Moir, tuvo unos 20.000 menos. Criticar no lo es todo. La oposición, con tantos bombos y platillos, se dejó contar en estas elecciones, perdió y ganó la abstención; como dijo El Tiempo: "el balance para estas dos colectividades es decepcionante?".


Desde cuando Betancur llegó a la Presidencia tras aspirar cinco veces (ese sí un hombre superior), muchos sienten que pueden llegar a la jefatura del Estado, sólo por contar con unos pocos seguidores, mostrarse censores y críticos del Gobierno y tener a su favor la célebre pantalla. Esto no lo es todo. Lo que cuenta es el trabajo y la experiencia, la capacidad de entrega, la ética a lo largo de la vida, la fortaleza para luchar en medio de los problemas y hasta un poquito de suerte.

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