Editorial
El Colombiano, Medellín
Octubre 5 de 2009
La sentencia del último informe sobre las perspectivas económicas globales del Fondo Monetario Internacional, FMI, es contundente: la recuperación está en marcha, ahora el reto es sustentarla. Para la banca multilateral, la economía mundial se encuentra nuevamente en expansión y las condiciones financieras mejoraron notablemente en los últimos meses. Sin embargo, concluye que pasará tiempo para que se despeje sustancialmente el panorama del empleo.
Pero hay un dato que nos llama profundamente la atención y nos genera mucho optimismo en cuanto al futuro de países como el nuestro. Según el FMI, las economías emergentes y en desarrollo -entre las que se encuentra Colombia- están más adelantadas en el camino hacia la recuperación. Y es tranquilizante saber que dichas economías soportaron mejor la crisis de las hipotecas, factor clave que arrastró el sistema financiero internacional al caos, y que lo hicieron con más efectividad que las desarrolladas.
Ya se nota más optimismo en los mercados financieros, y la llamada "propensión al riesgo" está nuevamente presente en muchos países. Es aquí en donde el papel de los bancos emisores debe reconocerse en todo el mundo, pues supieron manejar las variables adecuadas. Bajaron las tasas al sistema financiero para que éstos a su vez activaran el derrame de créditos entre los consumidores. Y ya se ve, en todo el planeta, que el consumo vuelve a ser el motor que está reviviendo la economía, o mejor sacándola del estado de crisis en que había sido sumida.
Pero para salir de esta crisis que sólo duró un poco más de año y medio, no sólo han actuado las autoridades económicas, también jugaron un papel fundamental las políticas públicas adoptadas por casi todos los gobiernos que, como lo dice el FMI, "apuntalaron la demanda y disiparon casi por completo el temor a una depresión mundial. Esa aprensión había contribuido a la caída más pronunciada de la actividad y del comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Los bancos centrales se apresuraron a instituir recortes excepcionalmente pronunciados de las tasas de interés y a lanzar medidas inusitadas para inyectar liquidez y sustentar el crédito".
Pero el lunar de este resurgimiento económico lo representa el aumento del desempleo en casi todos los países. El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, prevé que el desempleo alcance 10.1 por ciento en Estados Unidos en 2010, y 12 por ciento en la eurozona en 2011.
Esa misma preocupación recorre nuestro país que hoy registra cifras del 11 por ciento en el consolidado nacional y del 13 en las principales ciudades. Pero ese nubarrón laboral seguramente también se disipará, cuando al final de este último trimestre de 2009, se recupere más el consumo de fin de año y las obras del año nuevo empiecen a tomar forma o a hacerse realidad. Ojalá esta dinámica económica que empieza a rodar no se pare por motivos externos al ciclo económico.
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