viernes, 16 de octubre de 2009

Estamos con el general Padilla

Editorial

El Heraldo, Barranquilla

Octubre 16 de 2009

Según el juez, el general Padilla junto al ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos fueron los que ordenaron el ataque aéreo sobre territorio ecuatoriano en el que habrían muerto ciudadanos de ese país. Igual disposición se había tomado contra el ex Ministro.

Indignación porque la medida va dirigida no solo contra el Comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, sino contra el General bajo cuyo liderazgo y profesionalidad esas fuerzas les han devuelto a los colombianos la seguridad, la tranquilidad y la confianza hacia el país.

El general Padilla no es, en efecto, un oficial cualquiera, se trata del militar de mayor rango en las instituciones castrenses y el que mayores éxitos ha obtenido en la lucha contra el terrorismo y el responsable directo de que hoy los ciudadanos podamos transitar libremente por nuestra geografía y vislumbrar un país en paz.

Es difícil, por ello, dejar de ver en la decisión del mencionado juez una especie de retaliación contra Colombia por la operación militar, que bajo el mando del General se llevó a cabo en la frontera con Ecuador.

Operación que causó en su momento una fuerte censura de parte del presidente Correa y que condujo a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.

No ha sido realmente fácil que las autoridades de Quito entiendan las motivaciones que llevaron al gobierno colombiano a emprender aquella operación, y de seguro no lo será en el futuro inmediato, pero
siempre habrá razones en sustento de ese proceder que serán acogidas por cualquier instancia internacional de justicia.

De ahí entonces quizás el afán de los funcionarios judiciales ecuatorianos de tratar de sentar un precedente contra el ex ministro Santos y el general Padilla.

Ante esa situación, el gobierno del presidente Correa ha dicho que los jueces obran con independencia del Ejecutivo, y razón tiene. Los fiscales y jueces en cualquier régimen republicano y constitucional gozan de autonomía e independencia como debe ser.

Sin embargo, un juez no puede extralimitarse en sus funciones y en su jurisdicción, como sería este caso.

El presidente Uribe ha expresado su solidaridad con el general Padilla y ha dicho que lo defenderá en todos los estrados judiciales, igual con el ex ministro Santos, decisión en la que lo acompañamos todos los colombianos, y de ello pueden estar seguros.

Los hechos ocurridos a principios de 2008 deben ser mirados con una perspectiva amplia y a la luz de muchos antecedentes para comprender la actitud de Colombia.

Algo que por fortuna empiezan a hacer muchos ecuatorianos, con el presidente Correa a la cabeza, y que los ha llevado a impulsar un proceso de acercamiento con nuestro Gobierno con miras a un pronto restablecimiento de las tradicionales relaciones de amistad y concordia.

Es por eso que no se entiende la medida del juez contra el general Padilla, a menos que se trate de una acción dirigida a entorpecer aquel proceso, o de una estrategia inspirada en fines de protagonismo político a cargo del Fiscal Nacional de Ecuador.

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