Ramiro Valencia Cossio
El Colombiano, Medellín
Octubre 3 de 2009
Personalmente soy amigo del fortalecimiento de los partidos políticos.
Es que la democracia se fundamenta en partidos sólidos, fuertes, democráticos que sean capaces de proponerle a la comunidad un ideario y unas soluciones a los problemas que impiden el bien común.
La actividad política partidista entendida como la búsqueda del bien de la comunidad y no el aprovechamiento particular, es la más noble de las profesiones.
¡Cuánto daño le hizo a los partidos y a la democracia la famosa "Operación avispa", ideada por Alfonso López Michelsen!
Se trataba de sacar muchas listas presididas por los caciques de regiones y pueblos y así obtener más curules.
Esto dio origen a los partidos de garaje. A los partidos uninominales.
Hoy tenemos senadores y representantes con mil o dos mil votos. ¿Qué diremos de concejales en los pueblos?
El clientelismo, el caudillismo, el caciquismo, que no las jefaturas y los liderazgos propios de toda organización, son desviaciones del ejercicio político organizado.
Las consultas de algunos de los partidos la semana anterior fue pobrísima en votos y paupérrima en propuestas.
Pero más pobre aún que los resultados, fueron las actividades y declaraciones de quienes resultaron ungidos como candidatos.
El liberalismo, otrora grande, hoy tiene la psicología miserabilista de que solo, no puede acceder al poder.
Ya no mueve las masas... ya el trapo rojo no convoca y por eso lo primero que hizo su candidato Pardo era ver cómo podía entrar a una consulta multipartidista.
Es claro no se siente candidato. No es candidato. Es apenas precandidato. ¿Y qué decir del Polo? Quedó descuartizado ante el sorpresivo triunfo de Petro, el amigo confeso de Chávez.
No conozco intimidades, ni razones, pero la renuncia de Carlos Gaviria a participar en la campaña de Petro deja a la opción de izquierda sumida en una crisis que se verá en las urnas.
Pero es que todo, todo, desde los partidos, desde algunos medios de comunicación, desde algunos sectores empresariales se reduce a constituir un movimiento de Todos contra Uribe.
¡Qué pobreza! A Uribe hay que derrotarlo con un liderazgo mayor que el de él. Con unas propuestas sociales mejores que las de él. Con metérsele al alma del pueblo mejor que él, pero no con una gavilla pandillera.
Queremos propuestas. Queremos críticas serias. Queremos opciones nuevas... por ahora solo tenemos el nacimiento de Todos contra Uribe: Toconur.
P.S. No acostumbro a responder artículos de otros que piensan diferente a mí, pues de eso se trata, de tener opiniones diversas. Solo quiero expresar que me parece que el doctor Jorge Eduardo Cock odia a EPM. No le gusta grande. No la quiere pública. Es más, como Ministro, propuso pagar con ella la deuda del Metro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario